El cirujano italiano Paolo Macchiarini.
La cúpula del
Instituto Karolinska de Estocolmo, encargada de elegir a los candidatos del
premio Nobel de Medicina, ha sido cesada tras las revelaciones de un informe externo sobre el
‘caso Macchiarini’, el famoso cirujano italiano acusado de
fraude médico y la muerte de varios de sus pacientes.
Helene Hellmark-Knutsson, ministra de Cultura y Universidades sueca, ha anunciado
la
dimisión de todo el Consejo de Administración de este instituto,
tal y como recoge El Periódico, y de una “profunda reestructuración de sus procedimientos de actuación y contratación”. La semana pasada, el presidente del Consejo de Administración,
Lars Leijonborg, informó de su
renuncia ‘voluntaria’, a la que se han sumado otros dos altos cargos: el presidente del Karolinska,
Anders Hamsted, y el secretario del Comité del Nobel,
Urgan Lendahl.
No obstante, los cambios en la estructura no son inmediatos, sino que
los miembros del instituto podrán seguir en sus puestos
hasta el próximo 10 de octubre, fecha en la que tendrán que presentar sus propuestas de reforma de la institución. Una semana antes, sin embargo, está previsto que el comité haga públicos los nombres de los galardonados con el Nobel de Medicina y, aunque la decisión no recae únicamente en el Instituto Karolinska (en la decisión también intervienen la Academia Sueca de Medicina y otros organismos), “el grueso de la elección suele recaer en el instituto de investigación sueco”, indica este medio.
Un “gran escándalo”
El ‘caso Macchiarini’ comenzó a gestarse con la propia contratación del cirujano, en 2010, rodeada de rumores de falseamiento de datos y de malas prácticas en los trasplantes de tráqueas sintéticas que lo llevaron a la fama mundial. De los ocho miembros del consejo de gobierno que nombra el Gobierno sueco, cuatro fueron destituidos en abril, y ya en septiembre se confirmó el relevo de otros tres después no solo de contratar al italiano sino también de renovarlo en dos ocasiones.
Sin embargo, investigaciones externas han demostrado que, una vez finalizado su contrato con el Karolinska, Macchiarini siguió realizando las operaciones en Rusia con cinco nuevos pacientes, de los que cuatro también fallecieron. Además, estos informes dejan en evidencia que el instituto no comprobó las competencias del cirujano, ni le pidió referencias suficientes a las universidades donde había trabajado. Una situación que la propia ministra sueca ha tildado de
“gran, gran escándalo”.
Una moratoria de dos años sin conceder esta distinción
Ante estos escándalos, algunas voces vinculadas a este organismo abogan por
una moratoria de dos años sin conceder la distinción (tiene previsto conocerse los candidatos
el próximo 3 de octubre) y por indemnizar a las víctimas de Macchiarini,
tal y como adelantó Redacción Médica.
Es el caso de
Bo Risberg, profesor emérito de Cirugía y antiguo director del Comité de Ética del instituto, quien considera que “hay que pedir disculpas a los pacientes y a sus familias y también a la comunidad científica, una buena manera de presentar estas disculpas sería con una moratoria de dos años en el premio Nobel”.
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