Sostener la futura sanidad pública exige inmigración joven muy cualificada

España se enfrenta al reto de mantener la estabilidad de un sistema sanitario sobrecargado, entre otros factores, por el progresivo envejecimiento de su población. Este fenómeno demográfico provocará un sensible incremento del gasto público que, según un reciente estudio publicado por la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), puede mitigarse con una “política migratoria activa” pero “selectiva” que ponga el foco sobre jóvenes “bien cualificados”.

En el informe sobre ‘Tendencias y proyecciones demográficas con un ojo puesto en las finanzas del sistema de pensiones’, el economista Ángel de la Fuente apunta a ese “rápido envejecimiento de la población” iniciado en los años 70 como la causa principal del incremento del gasto social y sanitario en España. Una evolución que, apunta, “obliga a concentrar el esfuerzo fiscal necesario para financiar” las pensiones “en el menguante segmento de la población que está en edad de trabajar”.

“Nuestros análisis apuntan hacia una continuación del proceso de envejecimiento que llevaría a duplicar la tasa de dependencia de mayores de aquí a 2050, poniendo una gran presión sobre nuestro sistema de pensiones y sobre otras partidas importantes de gasto público, como la sanidad y la dependencia”, recalca el estudio, que añade que uno de los factores que podría “mitigar este ‘shock’” es un “fuerte y sostenido repunte del saldo inmigratorio neto”.

‘Culturalmente cercanos’ y con dominio del español

El economista matiza que “convendría no caer en la tentación” de pensar en una política migratoria “laxa” que presumiblemente otorgue “soluciones indoloras a los problemas del sistema de pensiones”. “Más útil sería una política proactiva y selectiva que busque atraer a inmigrantes bien cualificados y tan culturalmente cercanos como sea posible”, apunta.

“Una inmigración elevada no será suficiente para garantizar la sostenibilidad de nuestras cuentas públicas. Para facilitar la consecución de este objetivo, necesitaríamos también que el grueso de los inmigrantes fueran jóvenes con un nivel de cualificación elevado y un buen dominio del idioma, lo que podría no ser fácilmente alcanzable, especialmente si el influjo migratorio es elevado”, concluye el estudio.