Marcos Domínguez. Madrid
Tras la aparición de los informes de posicionamiento terapéutico (IPT) de simeprevir y sofosbuvir, el Ministerio de Sanidad ha publicado el esperado documento que racionaliza los tratamientos para hepatitis C en función del tipo de paciente.
Esta estrategia terapéutica de priorización para el uso de antivirales de acción directa para el tratamiento de la hepatitis crónica por virus C en el ámbito del Sistema Nacional de Salud, que ha sido acordada en la Comisión Permanente de Farmacia del Consejo Interterritorial del SNS, establece además que las comunidades deberán llevar un registro de los pacientes que inicien tratamiento con agentes antivirales, desde un ‘clásico’ como la ribavirina hasta los ya mencionados, aprobados recientemente, pasando por boceprevir y telaprevir, que tienen algo más de recorrido.
“La finalidad”, explica el documento, “es realizar el seguimiento epidemiológico del impacto de uso de estos medicamentos, la revisión periódica de los tratamientos y de los criterios de utilización”. Será imprescindible “informar de la carga viral a las 12 semanas” de finalizar el tratamiento.
Así, la hepatitis C sería la primera patología en que se pondrán en marcha este tipo de registros, un primer paso fundamental para establecer un criterio de utilización de los fármacos basado en los resultados reales en la salud de los pacientes. Esta es una de las reclamaciones más presentes en el sector, de la que participan tanto profesionales y gestores como la industria. Ofrecer el mejor tratamiento posible a los pacientes, además de racionalizar el gasto farmacéutico, es uno de los objetivos de esta herramienta.
Renovación semestral
La estrategia de priorización de uso no ofrece sorpresas respecto a los IPT ya publicados, recomendando una utilización restrictiva de sofosbuvir (para aquellos pacientes con el más alto grado de fibrosis hepática) y más generalizada de simeprevir, sugerido frente a boceprevir o telaprevir en ciertos casos dado su perfil de seguridad más favorable.
El documento justifica las limitaciones “para mantener una incorporación ordenada de los nuevos tratamientos dentro del Sistema Nacional de Salud”. Sin embargo, explica que esta estrategia de priorización “se revisará al menos semestralmente, de acuerdo a la nueva evidencia disponible”, así como a los cambios de situación de comercialización y financiación de nuevos fármacos y a los resultados de efectividad en los pacientes que van siendo tratados en el marco del SNS.
Además, destaca la importancia de que los pacientes sean tratados en centros y unidades experimentadas en la detección y manejo de las posibles complicaciones. “La idoneidad de los centros resulta particularmente relevante en los pacientes F4 con enfermedad muy avanzada, pacientes coinfectados por el VIH y pacientes trasplantados”, determina la estrategia terapéutica consensuada.
ENLACES RELACIONADOS
Acceda aquí a la estrategia de priorización de tratamientos en hepatitis C
La Aemps deja en manos de regiones y gestores cuándo usar sofosbuvir (18/11/14)
Sanidad avisa: los registros nacionales de pacientes tardarán en llegar (18/09/14)
Las informaciones publicadas en Redacción Médica contienen afirmaciones, datos y declaraciones procedentes de instituciones oficiales y profesionales sanitarios. No obstante, ante cualquier duda relacionada con su salud, consulte con su especialista sanitario correspondiente.