Diego Ayuso, Antonio Serrano, Isabel Abero, Mar Vera, Carlos Fernández y Javier Sánchez-Rubio, en la presentación de ReVIHsando.
La
Coordinadora Estatal de VIH y Sida (Cesida) pone en marcha una campaña creada por profesionales de la salud para profesionales de la salud para, bajo el título
ReVIHsando, mejorar el tratamiento del
VIH y acabar de forma definitiva con los estigmas asociados a esta enfermedad dentro del propio ámbito de los profesionales sanitarios.
“Las enfermeras y enfermeros, como ejército de la salud que somos, somos protagonistas en proporcionar educación, salud a la población y educar a las personas con patologías”, ha afirmado
Diego Ayuso, secretario general del
Consejo General de Enfermería (CGE), cuya antigua sede en Madrid ha acogido este miércoles la presentación oficial de la iniciativa. Para Ayuso, la
formación continuada a profesionales es “fundamental”, dado lo cual ha lamentado que los sanitarios aún no cuenten con conocimientos suficientes sobre patologías como el
VIH, “con alta prevalencia nacional aún en el país, donde hay entre 136.000 y 162.000 personas afectadas”.
“Yo soy de los que conocí los
puntos rojos en las historias clínicas de las personas afectadas por esta enfermedad, a finales de los ochenta. Afortunadamente se ha mejorado, pero hay retos pendientes”, ha agregado el responsable del CGE, quien, para contribuir a esa mejora, ha apostado por el
trabajo multidisciplinar.
Precisamente la campaña de Cesida cuenta con el apoyo de profesionales no sólo de la Enfermería, sino también de la Medicina, de la Farmacia y de la investigación científica. “Todos juntos sumamos”, ha asegurado Ayuso. La
plataforma ReVIHsando cuenta con diversos recursos para mejorar la
atención sanitaria y el cuidado de las personas con el VIH fruto de la colaboración de las
principales sociedades científicas y la plataforma Pride +, que representa la voz de las personas que viven con VIH.
Los hospitales, entorno hostil para pacientes de VIH
“Nos hemos dado cuenta de que el entorno más hostil para nosotros es el hospital y el centro de salud. El personal que debería apoyarnos es en el que encontramos mayores obstáculos”, ha aseverado, en la presentación,
Antonio Serrano, enfermero de la unidad de Urgencias del
Hospital Virgen de la Arrixaca, de Murcia, e infectado de VIH desde 2015.
El profesional ha lamentado aún hay “algo que falla” en la manera en la que los profesionales sanitarios abordan la enfermedad y ha destacado la discriminación que los pacientes sufren fruto de estigmas tradicionales: “Por ejemplo, nos agendan siempre en el último puesto de las listas de espera porque
consideran que somos un vector de transmisión o algo así como una bomba de relojería”. Al respecto, ha criticado con dureza la
“nula formación” en VIH que se imparte en los grados universitarios de
Medicina y Enfermería.
Precisamente la campaña de Cesida hace hincapié en la idea de que, si la enfermedad tiene la carga viral suprimida, el virus no puede transmitirse, ello bajo el lema
Indetectable es igual a intransmisible. Para Serrano, esta iniciativa no sólo forma a profesionales, sino también a pacientes, de cara a su empoderamiento.
Formación continuada para enfermeros y enfermeras
La enfermera
Isabel Abero, responsable de la sección Solidaridad Enfermera del CGE, ha resaltado el compromiso del propio Consejo en la
“difusión de información actualizada” sobre el VIH. En este sentido, se ha referido a cursos de formación continuada, participación en debates con expertos en la materia, encuentros virtuales y campañas de concienciación para prevenir la infección.
Abero considera “clave” el papel de los enfermeros en la
atención integral centrada no sólo en el paciente de VIH, sino también “en el entorno”. “En la historia clínica no aparece la carga emocional de una persona diagnosticada de VIH, y su tratamiento va mucho más allá del diagnóstico”, ha dicho antes de destacar que un buen acompañamiento emocional
mejora la salud mental y la adherencia al tratamiento.
Nuevas circunstancias del perfil epidemiológico
Por su parte,
Mar Vera, presidenta del
Grupo de Estudio en Infecciones de Transmisión Sexual (Geits) de la
Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Seimc), ha remarcado la necesidad de “adaptarnos a las nuevas circunstancias” fruto de los cambios en el “perfil epidemiológico” de los pacientes de VIH, enfermedad de la que ha subrayado que, a pesar de los avances, “aún es un problema de salud pública”.
En cuanto a los desafíos para ese abordaje, Vera ha distinguido, por un lado,
medidas para reducir las nuevas infecciones, como mejora de las políticas de diagnóstico, mejora en el acceso al tratamiento retroviral por motivos económicos de colectivos vulnerables, promoción de la profilaxis de preexposición al VIH, educación sanitaria desde los colegios y dispositivos asistenciales, y promoción de intervenciones biomédicas para fomentar la investigación y detectar el porcentaje de personas infectadas y no diagnosticadas; y por otro,
iniciativas para mejorar la calidad de vida de las personas con VIH, como creación de unidades integrales para el tratamiento integral de los pacientes, aumento del acceso al sistema sanitario y reducción de los estigmas en la población y en los profesionales de la sanidad.
El papel de la Farmacia en el abordaje del VIH
Por último,
Carlos Fernández Moriano, responsable del Área de Divulgación Científica del
Consejo General de Colegios Farmacéuticos de España (Cgcof), y
Javier Sánchez-Rubio, especialista en
Farmacia Hospitalaria, han puesto el acento en el papel clave del ámbito farmacéutico en los avances de la prevención y el tratamiento del VIH.
Fernández se ha referido a la participación del farmacéutico en ámbitos como la
investigación científica en nuevas terapias y la prevención comunitaria. “La campaña de Cesida nos aporta actualización de conocimientos y responsabilidad para con las personas que pasan cada día por las farmacias”, ha indicado.
Por su parte, Sánchez ha subrayado que la aportación de la Farmacia Hospitalaria a la
indetectabilidad del VIH pasa por mejorar la accesibilidad y la adherencia al tratamiento, “siempre desde un punto de vista colaborativo, con una relación que intentamos que sea de confianza”.
Al respecto, ha mencionado el
“modelo centrado en la persona” como eje sobre el que ha de pivotar, de cara al futuro, la mejora de la calidad de vida de los pacientes que viven con VIH. “Estamos intentando incorporar métodos como la
telefarmacia para facilitar el modelo de atención y tenemos que estar preparados para afrontar la
comorbilidad”, ha sentenciado.
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