Boris Johnson
Consciente de la necesidad de reforzar el sistema sanitario, el Gobierno de Reino Unido ha optado por subir impuestos como solución para aumentar el presupuesto destinado a un sector fundamental en plena crisis sanitaria.
El Ejecutivo británico ha publicado un plan para aumentar los gravámenes que tiene por objetivo recaudar 12.000 millones de libras (14.000 millones de euros) más al año e incrementar así el gasto en el sistema público de salud del país.
El primer ministro, Boris Johnson, incumple así su promesa de no modificar el sistema de recaudación aunque reconoce que no se puede atajar los problemas derivados del Covid "sin dar al sistema público de salud el dinero que necesita".
Incremento de cotizaciones sociales
De su lado, el ministro de Finanzas, Rishi Sunak, ha explicado que "ningún gobierno quiere subir impuestos" pero que sin embargo "son tiempos extraordinarios" y el país afronta "circunstancias extraordinarias". De esta forma, el Gobierno elevará en 1,25 puntos porcentuales las contribuciones que realizan las empresas y los trabajadores a la Seguridad Social del país. También se elevará en 1,25 puntos el impuesto sobre dividendos. Este incremento en las cotizaciones spciales ha suscitado quejas tanto al frente conservador como al laborista.
El Gobierno de Johnson espera acabar así con los retrasos que ha provocado la pandemia en el sistema de salud británico. Solo en Inglaterra, el número de pacientes en listas de espera para operarse o recibir un tratamiento ha llegado ya a un récord de 5,5 millones. En caso de no aumentar el gasto sanitario, esa cifra podría escalar hasta los 13 millones. El tiempo medio de espera en comparación con antes de la pandemia ha pasado de 25 semanas a 44 semanas.
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