Amanda Pritchard, directora del NHS.
A medida que crecen y cambian los cuidados que precisa la población lo hace también la necesidad de disponer de un sistema de salud fuerte y accesible. En
Inglaterra, donde se refieren a la sanidad como un “orgullo” de país, las autoridades ya han comenzado a abonar el terreno para tratar de preservar la calidad asistencial ante la previsión de que el número de ciudadanos prácticamente crezca un 50 por ciento para 2037. Desde las islas británicas dan la ‘receta’ para conseguirlo: más apoyo a la
formación de profesionales, blindaje del
primer nivel asistencial y apuesta por la
digitalización y la creación de infraestructuras sanitarias.
Estas recomendaciones emitidas desde la sanidad inglesa vienen recogidas en el
NHS Long Term Workforce Plan, donde se establecen los compromisos del país para mejorar la capacitación y número de las plantillas de salud para la próxima década.
Amanda Pritchard, directora del organismo sanitario, asume que se trata de una estrategia “ambiciosa y audaz” pero en cualquier caso “basada en la
realidad actual de pacientes y personal”.
Entre otros asuntos, existe consenso internacional en torno a la idea de que son necesarios más profesionales de sanidad, especialmente en la Atención Primaria. Para paliar este problema, la apuesta del sistema de salud inglés se centra en la formación. El objetivo es que el número de plazas para
médicos generalistas aumente hasta un
50 por ciento para el curso 2031/32, de forma que se cree más de un millar de puestos adicionales.
La sanidad inglesa busca una menor dependencia del talento extranjero
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Por otro lado, el sistema de salud inglés aboga por fomentar la atracción de empleo sanitario a nivel local, lo que permitiría reducir la dependencia de
talento extranjero. Para ello, reclama duplicar el número de plazas en facultades de Medicina, que pasaría
de las actuales 7.500 a 15.000 en el curso 31/32. No obstante, el plan no concreta cómo será posible para las universidades absorber ese incremento de la oferta.
Se trata de un paso que también se ha dado en España. Este mismo año, el Ministerio de Sanidad anunciaba un
nuevo incremento de las plazas para el grado de Medicina, que alcanzarán en las universidades públicas los 6.754 puestos (648 más) en 2024.
La estrategia británica viene de la mano de un interés por otra medida que también se está explorando en España como es la de
“flexibilizar” la jubilación de médicos. “El SNS debe mantener la puerta abierta a quienes se marchan y animarles a volver si así lo desean”, defiende el NHS, que desliza que la pandemia del Covid-19 “demostró el
enorme valor de los reincorporados”.
Nuevas competencias digitales en sanidad
Finalmente, el documento hace hincapié en la necesidad de reforzar
infraestructuras sanitarias con un incremento de la financiación para la obra de
nuevos hospitales y clínicas; así como del equipamiento del sistema nacional de salud. Es decir, de “continuar con los avances en ciencia, investigación,
tecnología digital y datos” para prevenir, diagnosticar, tratar y gestionar enfermedades.
“El aprovechamiento de estas oportunidades exige que el personal del SNS siga adquiriendo competencias y
capacidades digitales y cambiará la forma de trabajar, liberando tiempo del personal para centrarse en la atención al paciente”, concluye.
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