La herramienta MAIC es un apoyo para la toma de decisiones, más allá de los ensayos clínicos.
Desde que en 2010 se usara por primera vez la
metodología de comparaciones indirectas ajustadas con emparejamiento (matching-adjusted indirect comparisons, MAIC) para el tratamiento de la psoriasis, este método ha comenzado a ser utilizado para distintas áreas terapéuticas con el fin de
ser un apoyo para la toma de decisiones, más allá de los ensayos clínicos.
En el área de la Oncohematología, la comparación de nilotinib y dasatinib en el tratamiento de primera línea de la leucemia mieloide fue el primero en realizarse. Desde entonces ya han pasado más de diez años y los investigadores ya pueden sacar conclusiones de cuál es el actual desarrollo de dicha metodología.
Para ello, se fijaron en el
número de fármacos de las agencias reguladoras Instituto Nacional para la Salud y la Excelencia Clínica (NICE) británico, Alto Comisionado de Salud (HAS) francés y el Instituto para la Calidad y Eficiencia en los cuidados de salud (IQWIG) alemán, que
incluyen metodología MAIC.
“Se han encontrado
13 tratamientos para patologías hematooncológicas en las que el laboratorio había presentado comparaciones con metodología de comparación indirecta ajustada con emparejamiento en su documentación, principalmente a partir del primer semestre de 2018”, comentan los investigadores en este estudio
publicado en la revista de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria.
No se ha realizado el análisis de las evaluaciones en España porque a nivel nacional esta se realiza mediante el informe de posicionamiento terapéutico, que no aporta información sobre el proceso de evaluación, sino el informe de resultado final de la misma.
Una aceptación divergente
Una aceptación de la metodología que diverge entre agencias, pasando de un
50 por ciento en el caso del Instituto Nacional para la Salud y la Excelencia Clínica británico, a un
40 por ciento en el Alto Comisionado de Salud francés, a
no haberse tenido en cuenta en ninguno de los tres casos evaluados por el Instituto para la Calidad y Eficiencia en los cuidados de salud alemán.
“La principal causa de no aceptación fue la
existencia de problemas relacionados con el emparejamiento”, explican los expertos, para quienes en el área Oncohematología aseguran que dada la dificultad de obtener evidencia directa entre alternativas oncohematológicas debido al elevado número de tratamientos desarrollados, se hace necesario poder disponer de herramientas que permitan las comparaciones indirectas.
A pesar de ello, los investigadores concluyen que es una herramienta que está siendo considerada por las agencias analizadas en el proceso de toma de decisiones de evaluación de nuevos medicamentos.
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