Pablo Echenique y Ione Belarra
La nueva Formación Profesional sociosanitaria ha abierto una brecha en el Gobierno de coalición.
Unidas Podemos ha reprochado al bloque socialista que no haya tenido en cuenta las reclamaciones planteadas por los profesionales sanitarios a la hora de dar forma a esta nueva cualificación, que ya ha despertado
un alud de críticas entre los enfermeros porque consideran que servirá para abaratar costes en el servicio que se presta en las
residencias de la tercera edad.
La formación morada no ha cerrado la puerta directamente a
este
nuevo modelo de enseñanza, pero sí que ha advertido que debe ser fruto del consenso con los diferentes actores afectados. “Una nueva categoría de profesionales
no se debe realizar a espaldas de los profesionales sanitarios ni de las personas responsables de los sociosanitarios”, han señalado fuentes de Unidas Podemos a
Redacción Médica.
Este aviso por parte del socio del Gobierno llega en una fase en la que ya se han sembrado los mimbres de la nueva Formación Profesional, pero en el que
no se ha definido la regulación de una nueva profesión. El Ministerio de Educación ha defendido que se trata solo de una cualificación pero que no llevará implícita la creación de
una figura completamente nueva que vaya a sustituir a los perfiles sanitarios.
La nueva FP divide al sector sanitario
La valoración de Unidas Podemos ha mostrado todavía más las posturas enfrentadas sobre esta nueva FP que, además de la política, también mantiene dividido al sector sanitario. Tanto el colectivo de enfermeros como el conjunto de
los sindicatos mayoritarios han mostrado su total oposición a los planes del Ministerio de Educación porque vaticinan que se traducirá en una merma de
la calidad asistencial debido a la contratación de perfiles
menos cualificados en los centros sociosanitarios.
Sin embargo, la nueva FP sí que es
bien vista las principales patronales del sector de las residencias que apuestan por este nuevo modelo profesional como un camino para reducir la
carga burocrática a la que tienen que hacer frente los profesionales sanitarios en su día a día, liberando, por ejemplo, a las enfermeras de las
actividades no asistenciales.
Aunque Unidas Podemos no se ha posicionado directamente a favor de suspender esta nueva enseñanza, su planteamiento representa el tercer espaldarazo consecutivo que dan a las reivindicaciones que mantiene enfermería con el Gobierno. El grupo morado también ha apoyado la petición de
elevar a sus profesionales hasta la categoría A1 de la escala del funcionariado, mientras que ha instado al PSOE a que
desbloquee la Ley del Paciente que instaurará nuevas ratios en los centros asistenciales.
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