En los aviones suelen producirse numerosas emergencias sanitarias.
Hace unas semanas cuatro
MIR del
Hospital Virgen de Valme de Sevilla se convirtieron en
héroes después de salvar la vida a una mujer que viajaba desde Madrid rumbo a Buenos Aires. Pero este caso no es un hecho aislado ya que son muchos los profesionales sanitarios que (anecdóticamente) suelen contar la cantidad de veces que han tenido que actuar ante una
emergencia sanitaria durante un
vuelo. Ante estos casos, ¿sería conveniente incorporar la figura de un
médico o una
enfermera en la tripulación durante los
viajes trasatlánticos?
Por su parte, el
Sindicato de Enfermería- Satse se ha mostrado partidario de que la tripulación de vuelo y, especialmente, la que forma parte de viajes largos, “esté compuesta también por una enfermera o enfermero que pueda atender a cualquier persona que inesperadamente necesite de su asistencia".
Médicos y enfermeros coinciden en que, si se incorporasen estos profesionales, habría que dotarles de recursos materiales y técnicos necesarios
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Fuentes sindicales han explicado a
Redacción Médica que la atención de estos profesionales sanitarios “puede
resultar determinante en caso de producirse cualquier urgencia” recordando que, en ocasiones, “tienen que ser
personas sin cualificación sanitaria (viajeros, azafatas…) las que auxilian a otras que requieren atención con los consiguientes riesgos”. “De igual manera que en los
cruceros en barco cuentan entre su tripulación con un equipo sanitario, se debería posibilitar también en los viajes de avión”, han matizado.
Lo que piensan los médicos
Preguntado por esta posibilidad, el recién elegido secretario general de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM),
Gabriel del Pozo, ha valorado a
Redacción Médica que incluir en la tripulación a un médico “sería exagerado”. Desde el punto de vista profesional, sí que ha explicado que es una medida buena y positiva porque “cuántos
más puestos de trabajo se generen, mejor” pero del Pozo ha matizado que “no solo sería colocar al médico sino que habría que dotarle de los medios necesarios”.
Del Pozo ha explicado que es más que habitual que durante los viajes, ya sea en avión o en tren, se precise de la atención de un médico por lo que también podría surgir la necesidad de incorporar a los médicos en más espacios. Algo que del Pozo ha cuestionado señalando que “la medicalización de la sociedad y estar previniendo todos los posibles eventos puede ser algo exagerado”.
No obstante, si en algo coinciden desde Satse y CESM es el punto de los recursos materiales de que deberían disponer los trabajadores sanitarios. “En caso de que se propiciase la presencia de enfermeras y enfermeros en las tripulaciones de vuelo, éstos deben contar con los
recursos materiales y técnicos necesarios para poder dar la mejor atención posible”, han argumentado desde el sindicato enfermero.
Si algo supondría la introducción de perfiles sanitarios (como las enfermeras) a los vuelos internacionales de larga duración sería la creación de más puestos de empleo. En términos de cifras este medio se ha puesto en contacto con algunas aerolíneas para conocer el dato aproximado de vuelos internacionales transatlánticos que se llegan a operar en un año. Por ejemplo, Air Europa operó el pasado ejercicio aproximadamente 9.700 vuelos de largo radio.
La opinión de los pilotos
Redacción Médica se ha puesto en contacto con el Sindicato Español de los Pilotos de Líneas Aéreas (Sepla) para conocer cómo ven que se incorporase la figura de un profesional sanitario. Y es que
hay algunas azafatas que tienen titulación de Enfermería, aunque no es en todos los casos. “Lo que realmente estaría bien, y sería una punta de lanza, es que se cambiase el sistema: que las
compañías aéreas contrataran a tripulantes de cabina con una titulación en Enfermería. Desgraciadamente, se selecciona a las personas por unos criterios estéticos y eso es un paso atrás”, ha valorado
Antonio Gallego, comandante de Largo Recorrido y miembro del Departamento Técnico de Sepla. Es decir, no como una formación obligatoria pero sí que podrían contar con ese perfil.
Gallego ha contado anecdóticamente que en los años 30 todas las azafatas eran enfermeras pero que eso a día de hoy ha cambiado. Ha añadido que “en el mundo de hoy en día todo se valora por criterios económicos” y que llevar a una persona sanitaria ocupando un asiento, sobre el trabajo que puede llegar hacer, es muy costoso para lo que puede reportar al cabo de un año para una compañía. Es por ello por lo que no se llegue a considerar.
Por otro lado, Gallego ha querido aclarar también que en los aviones cuentan con todo el
equipamiento médico necesario y que la seguridad sobre los pasajeros “comienza ya en tierra” “porque
seguridad de nuestros pasajeros es prioritario para nosotros”. “El personal y tripulantes de vuelo están formados para utilizar los dispositivos. Si algo va mal pedimos la asistencia de un médico que esté a bordo por contar con la ayuda de un profesional”, ha confesado Gallego. No obstante, ha precisado que desde tierra los médicos de la compañía como los que están en aeropuerto están en contacto con ellos y son los que hacen las valoraciones médicas, y que incluso, si se encuentran volando también disponen de un
teléfono de radiofrecuencia.
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