"Vivir el hoy" y afrontar la carga laboral de estas fechas son algunos de los desafíos que enfrentan

 Paciente recibiendo cuidados paliativos
Las fiestas navideñas y de fin de año en Cuidados Paliativos.


4 ene. 2025 14:00H
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Las fiestas de fin de año si bien son un motivo de celebración, tienen sus propias particularidades en un entorno como el de Cuidados Paliativos. Aquí, los profesionales sanitarios ponen todos sus esfuerzos por hacer de estas fechas un momento especial para los pacientes, quienes no siempre pueden estar en casa con sus familiares.

Desde el ámbito psicológico, el trabajo se divide especialmente en la atención de tres grupos: los pacientes, los familiares y las personas que están en duelo tras haber perdido a alguien. Así lo explica Lori Thompson, vocal de Psicología de la Sociedad Española de Cuidados Paliativos (Secpal) y vicepresidenta de la Sociedad Española de Psicología Paliativa (SEPP-Psicopalis), quien detalla a Redacción Médica que en el mes de octubre inicia la preocupación por las fiestas navideñas y de fin de año. "La gente empieza a preocuparse por las navidades desde unos meses antes. ¿Cómo lo haremos? ¿Cómo lo vamos a afrontar? Hay como una ansiedad anticipatoria muy frecuente más por parte de los familiares que de los propios pacientes", indica.

En este sentido, Thompson asegura que para quienes atienden a estos pacientes existe "una dicotomía entre tus propias navidades y en las que estás como testigo". Por ello, se busca ofrecer bienestar a los pacientes especialmente en estas fechas, con comidas especiales a modo de celebración en las que también participan los familiares. Estas actividades dependen de si se trata de una residencia o de centros hospitalarios. "La residencia es mucho más activa. Lo que intentamos hacer en la Unidad de Cuidados Paliativos es flexibilizar, invitamos a los nietos a visitar, por ejemplo. Ellos pueden visitar todo el año, pero hay más de esto en navidades", cuenta.

Pese a tratarse de fechas especiales, que no necesariamente tienen el mismo significado para muchas familias, en Cuidados Paliativos se mantiene el ánimo ya que están "acostumbrados a trabajar con todos los temas alrededor del final de la vida". "Es  muy gratificante cuando puedes aportar algo de alegría a las personas. Si le cantas un villancico, cantan juntos. Adaptas lo que ofreces a lo que necesita cada persona o cada familia", añade. Así, destaca que el trabajo que realizan les permite "valorar mucho la salud, la vida y el estar en familia".

El sentido de la vida


Para Manuela Monleón, enfermera paliativista del Equipo de Soporte de Atención Paliativa Domiciliaria de Legazpi (Esapd Legazpi), son ellos quienes intentan "ayudar a sentir" que la vida "ha valido la pena" y a encontrarle un sentido a lo ya vivido por cada paciente de la unidad. "No todo está en nuestras manos, como puede ser la cura de una enfermedad, pero sí podemos hacer que sea más llevadera", resalta a este periódico.

Desde el equipo al que pertenece de Atención Domiciliaria, en los días de fiesta continúan atendiendo a los pacientes y a sus familias como suelen hacerlo. "Estos días están cargados de emoción, con la sensación de que puede 'quedar poco tiempo', pudiendo generar angustia", indica. Por ello, fomentan "el vivir el hoy, cada momento", sin dejar para mañana lo que se puede hacer ahora.

Esta forma positiva de afrontar cada caso no les inhibe de tener un posible impacto emocional en su día a día. "Aunque nosotros ocupamos el otro lado, es imposible no compadecerse de la persona que sufre", señala. En esta línea, resalta que el ejercicio físico, compartir con la familia, amigos y compañeros y disfrutar del tiempo, es una manera de "recolocarse en la vida".

Mayor carga laboral en fiestas 


Las fiestas navideñas y de fin de año también suelen llevar consigo una mayor carga laboral. Esta es otra cara de la moneda que explica Diego Ruiz, médico del Equipo de Soporte de Atención Paliativa Domiciliaria (ESAPD) de Legazpi, por ser uno de los factores más difíciles a los que se tienen que enfrentar en estas fechas. "Tenemos más trabajo porque habitualmente tenemos más pacientes. La cobertura desde los centros de salud no es igual ya que hay muchas ausencias, intentando también que nuestras ausencias, de nuestro equipo en particular, no influya en que algunos pacientes sean o no atendidos cuando deberían serlo", explica.

Entre vacaciones y suplencias, Ruiz destaca que se esfuerzan porque la calidad del trabajo que realizan se mantenga y sea lo más completa posible. Lo que va acompañado de no transmitir a los pacientes "positivismo o negativismo en exceso". "Una euforia excesiva puede ser mala si la proyectas a los pacientes que están en otra cosa, en otro nivel vital de la enfermedad y de sus circunstancias", añade.

Con la camaradería de los compañeros estos días se superan y los preparan para los próximos eventos con un equipo que "todavía tiene que fortalecerse", tal como enfatiza el médico.
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