Un facultativo sanitario atienda a un paciente de Covid-19.
Un equipo de científicos de la
Facultad de Medicina de la Universidad de Nanyang, Singapur, ha demostrado que las
personas que se han recuperado de Covid-19, especialmente aquellas con afecciones cardiovasculares, tienen un
mayor riesgo de desarrollar trombos. Esto se debe a que experimentan una respuesta inmune más prolongada e hiperactiva.
Los datos de esta investigación, publicados en la revista científica
eLife, pueden ayudar a explicar el motivo por el que
pacientes ya recuperados de la infección por Covid presentan
síntomas de coágulos en sangre. Esta situación deriva en un mayor riesgo de ataque cardiaco, accidente cerebrovascular o insuficiencia orgánica cuando estos trombos bloquean las arterias principales de los órganos vitales, señalan los investigadores.
Pacientes con problemas de coagulación tras el Covid
Para llevar a cabo este estudio, el equipo dirigido por
Christine Cheung, analizó muestras de sangre de pacientes Covid que habían sido dados de alta hace un mes. En estas muestras, descubrieron que los pacientes tenían “signos de
daño en los vasos sanguíneos, posiblemente debido a una respuesta inmune persistente, que puede desencadenar la formación de coágulos sanguíneos”, detallan.
"Con más personas recuperándose de Covid-19, comenzamos a escuchar a los médicos sobre
pacientes que volvían al hospital con problemas de coagulación sanguínea después de haber sido dados de alta y haber superado el virus", explicaba la investigadora principal.
Además, señala que este estudio “representa un caso sólido para el
seguimiento estrecho de los pacientes con Covid19 recuperados, especialmente aquellos con afecciones cardiovasculares preexistentes como hipertensión y diabetes que tienen vasos sanguíneos debilitados".
Respuesta inmune persistente
El equipo descubrió que los pacientes que habían superado Covid-19 tenían el
doble de la cantidad normal de células endoteliales circulantes (CEC) que se habían desprendido de las paredes de los vasos sanguíneos dañados. Los niveles elevados de CEC indican que la lesión de los vasos sanguíneos persiste después de recuperarse de la infección viral. También encontraron
niveles altos de citocinas y de células T en sangre.
La hipótesis principal de los investigadores es que “estas respuestas inmunes activadas de forma persistente pueden
atacar los vasos sanguíneos de los pacientes con Covid-19 recuperados, causando aún más daño y aumentando aún más el riesgo de formación de coágulos sanguíneos”.
Por último,
Christine Cheung pidió precaución para aquellos pacientes con afecciones subyacentes "ya que estas debilitan sus sistemas vasculares”, y animó a la población a
vacunarse contra el Covid: “Debemos fomentar la tasa de uso de la vacuna para protegerse tanto del virus como de sus complicaciones a largo plazo”.
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