María del Mar Tomás, portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Seimc).
La notificación de los
dos primeros fallecidos como consecuencia de un contagio de la
viruela del mono en España no cambiarán las recomendaciones sobre la vacunación contra la enfermedad. La
Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Seimc) se ha posicionado a favor de mantener el actual protocolo que limita la administración de dosis fundamentalmente a contactos estrechos de los casos positivos y personal sanitario.
El organismo ya emitió un comunicado interno sobre su posicionamiento a finales de julio después de que la
Organización Mundial de la Salud (OMS) calificase la enfermedad viral zoonótica como una
emergencia de salud pública internacional. Un documento que siguen tomando ahora como hoja de ruta para la puesta en marcha de la estrategia de inmunización. “
Está todo igual. No ha habido ninguna modificación”, han reconocido fuentes de la Seimc a
Redacción Médica.
La Seimc mantiene un protocolo centrado en dos grandes grupos de candidatos. Por un lado, se apuesta por una vacunación entre
personas de riesgo que no hayan pasado la enfermedad. Es el caso de aquellos que mantienen
prácticas sexuales con peligrosidad o que se hayan
infectado previamente por VIH y realizan seguimiento hospitalario. En este nicho, también entrarían aquellos profesionales sanitarios que atienden a este colectivo, el personal de laboratorio que maneja pruebas de la viruea del mono o los trabajadores que desinfectan locales donde se mantienen relaciones de riesgo.
El segundo grupo está dirigido a los
contactos estrechos de la enfermedad que además presentan un cierto riesgo de salud. Es el caso de las personas con
inmunodepresión, las
embarazadas en cualquier trimestre de gestación o la
población infantil de cualquier edad. La sociedad ha recordado que la vacuna de Imvanex no está dirigida a mujeres encintas en su ficha técnica pero “la enfermedad en estos pacientes puede ser más grave y causar secuelas”.
Paralelamente, su protocolo también contempla la administración de dosis entre los sanitarios o personal de laboratorio que hayan tenido algún contacto cercano con una distancia
inferior a un metro en la misma habitación sin llevar puesto el correspondiente
Equipo de Protección Individual (EPI).
“La vacunación debe profundizar en la protección de todos los
pacientes vulnerables de alto riesgo, de las embarazadas y de aquellos grupos de población con mayores interrelaciones sociales en virtud de su trabajo, edad o condición social”, ha concluido Microbiología en su informe de julio que todavía sigue vigente.
España notifica 4.577 contagios de la viruela del mono
El mantenimiento del protocolo se ha producido en un contexto marcado por el auge de los contagios, después de que el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES) haya elevado la cifra de
casos positivos hasta los 4.577 desde que se notificó por primera vez la enfermedad en España. Madrid, Cataluña y Andalucía son los territorios más afectados en términos absolutos, aunque también son los que concentran más población.
Como parte del sistema de compra centralizada de vacunas, a
España le corresponden un total de 11.000 dosis, de las cuales ya han llegado 5.300. En esta ocasión, el Ministerio de Sanidad ha apostado por un
sistema a demanda con las comunidades autónomas para que cada consejería solicite las unidades que requiere en función de la detección de los pacientes que encajan en el protocolo.
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