Cristina Herrero, presidenta de la Airef
La
asistencia sanitaria privada de
Muface se tambalea. Aunque la Dirección General de la mutualidad ha propuesto a
Adeslas y a Asisa como las
adjudicatarias del nuevo contrato, valorado en 4.808,5 millones de euros, el futuro del modelo sigue en el aire. La primera fase del ‘Spending Review 2022-2026’, el análisis de eficiencia y eficacia elaborado por la
Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) sobre el sistema de mutualidades en España, ha provocado un nuevo terremoto en la mutualidad. El organismo, en base a los hallazgos extraídos del informe, concluye que
Muface, Isfas y Mugeju no son eficaces. Y es aquí donde, con el objetivo de que los modelos puedan sobrevivir siendo eficientes tanto en términos asistenciales como económicos, se proponen varias medidas para hacer una
reforma estructural profunda.
Las seis claves para hacer eficaces a Muface, Isfas y Mugeju
Así, a través de esta
primera fase del informe de la Airef, se pueden extraer hasta
seis claves para convertir a los tres
sistemas de mutualidades en modelos efectivos. De hecho, todos ellos han sido deslizados por la presidenta del organismo, Cristina Herrero, durante la presentación del análisis de este martes.
El primero de ellos consiste en la
transformación de la adscripción obligatoria a las mutualidades en una elección voluntaria. Esto implicaría dos razones principales. En primer lugar,
evitar gastos innecesarios: si alguien no quiere estar en el sistema, no se paga su prima (que en el caso de los más mayores se sitúa
por encima de los 260 euros. A ello se suma un segundo argumento: con esta elección se racionaliza el gasto público, lo que permite un uso más eficiente de los recursos. Esto provoca un
ahorro doble: para el funcionario y para el Gobierno.
Otra de estas claves también la desengrana la propia Airef en su análisis. La
incorporación progresiva de los nuevos mutualistas al Sistema Nacional de Salud (SNS), no de golpe, si no de forma escalonada, y con la condición de que se refuercen los servicios públicos (en especial las
listas de espera, como ha instado Cristina Herrero durante la presentación del informe).
Este asunto se debe, como ha podido esclarecer
Redacción Médica a través del análisis del
‘Spending Review 2022-2026’, a dos cuestiones. Por un lado, el sistema actual segrega población y pierde economías de escala. Por otro, los datos muestran una clara preferencia por parte de los
nuevos mutualistas al SNS (el 72 por ciento lo escogieron en 2023).
La tercera medida está relacionada con la
reorganización de las estructuras administrativas de las tres mutualidades (
Muface, Isfas y Mugeju). Así, el organismo incide en que el actual modelo duplica funciones entre los sistemas, lo que genera sobrecostes. Por ejemplo, en el caso de
Mugeju, la mutualidad de los jueces, fiscales y el resto del personal de la Administración de Justicia, el
gasto administrativo por mutualista es tres veces superior al de Muface. Por tanto, la Airef propone avanzar hacia una gestión más ordenada y organizada tanto de la gran mutualidad como de sus ‘hermanos’.
La Airef, a lo largo de su análisis de eficiencia y eficacia, continúa desengranando más aspectos. Es aquí donde propone una cuarta medida: la
optimización del gasto farmacéutico. Es aquí donde dispone de
tres propuestas. La primera, la homologación de los precios de los medicamentos hospitalarios con los del SNS; la segunda, fomentar el uso de genéricos y biosimilares; y la tercera la implantación de la
receta electrónica en la modalidad privada para facilitar una prescripción “más eficiente”.
En este sentido, otra de las propuestas que pone sobre la mesa el organismo capitaneado por Cristina Herrero consiste en la
mejora de los sistemas de información y coordinación con el SNS. Para ello, explica la Airef, es “crucial” disponer de un historial digital común, sistemas interoperables, y evaluaciones periódicas de calidad asistencial.
Además, como matiza el estudio, este aspecto no solo mejora la continuidad asistencia, si no que permite una mejoría en la gestión, que estaría basada en datos reales.
Por último, la sexta medida que propone la Airef consiste en
evaluar y gestionar la demanda asistencial. Para ello, se sugiere analizar si las consultas y pruebas están clínicamente justificadas, así como la aplicación de herramientas de gestión de esta demanda (por ejemplo, para evitar la sobreutilización en la modalidad privada).
Con todo ellos, son seis los aspectos que Muface, Isfas y Mugeju para
sobrevivir siendo asistencial y económicamente eficientes. Flexibilizar su estructura, integrarse progresivamente en el SNS, optimizar el gasto farmacéutico, mejorar la coordinación y digitalización, y gestionar mejor la demanda y los recursos. Así, el sistema de mutualidades se volvería sostenible.
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