Está claro que, en el futuro, la
medición de resultados en salud se asoma como la principal herramienta para gestionar el
Sistema Nacional de Salud (SNS). Sin embargo, los responsables políticos de las comunidades autónomas advierten de que, tal y como está formulado el modelo sanitario de España,
quedan obstáculos y trabajo pendiente para que esto se pueda convertir en una realidad.
Por lo pronto, la medición de resultados y el modelo no casan.
“
Va a ser difícil concretar un cambio de paradigma en el tiempo próximo, en la medida que tenemos un sistema que no facilita el propio cambio”, ha indicado
Antonio María Sáez Aguado, consejero de Sanidad de
Castilla y León. “Somos organizaciones burocráticas, y eso de por sí constituye una barrera”, aunque es cierto que “se está avanzando a nivel de macrogestión” y ha reconocido que se dispone de una
gran cantidad de datos.
Por su parte
José María Vergeles, su homólogo en
Extremadura, se ha declarado “un convencido de la gestión basada en resultados, pero
todavía no sabemos qué hemos de medir y no tenemos expertos en ello. No podemos afrontar un cambio de paradigma sin ellos”.
Ha ahondado en el mismo problema que Sáez Aguado: “
hay problemas para migrar a una gestión basada en resultados, y eso desde que el SNS es el SNS”. Ha añadido, además, que “no sabemos en qué mundo vivimos, además: si es un sistema basado en impuestos o en cuotas de la Seguridad Social”.
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No soy optimista, pero no veo tantas barreras”, ha opinado
Patricia Gómez, consejera de Salud de
Baleares, quien considera que los sistemas autonómicos va a “un ritmo vertiginoso también en medición de resultados. Hemos tenido un enfoque del medicamento y su control fiscalizador, pero ahora estamos pasando a la reflexión”.
Antonio María Sáez Aguado, Patricia Gómez y José María Vergeles, consejeros de Sanidad de Castilla y León, Baleares y Extremadura. En el centro, Boi Ruiz, exconsejero de Salud de Cataluña.
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Valor
Estas cuestiones se han tratado en la mesa de debate que ha marcado la conclusión
del III Congreso Nacional de Relaciones Institucionales de la Industria Farmacéutica, celebrado en Madrid. En él también se ha discutido la inclusión del
valor real o clínico en la evaluación de precio de los medicamentos. “Se tiene que trabajar en esa línea, y en ella la industria es una aliada”, ha afirmado Gómez.
Sáez Aguado ha compartido esta opinión, añade que “se deberían modificar algunas cuestiones para en
el sector público tengamos más liderazgo en medicamentos innovadores, como participar más en ensayos clíncios”.
En cambio, Vergeles ha considerado que “
no nos podemos devanar los sesos sobre la fijación de precios cuando quien lo hace es el Ministerio de Hacienda. El Consejo Interterritorial tiene que reclamar esa competencia para sí y liderar estas decisiones, incluyendo a los ‘paganinis’, las comunidades autónomas”.
José Manuel Martínez Sesmero, director de Investigación e Innovación de la SEFH; Ángel Fernández, director general de MSD, y Natividad Calvente, del Comité Organizador del Congreso Nacionla de Relaciones Institucionales (RRII).
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Carlos Mur, gerente del Hospital de Fuenlabrada; Francisco Igea, portavoz de Ciudadanos en la Comisión de Sanidad del Congreso, y Mónica García, portavoz de Podemos en la Comisión de Sanidad de la Asamblea de Madrid.
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Paloma Barja, de Daiichi Sankyo; Jaime Rivas, de Takeda, y Ruth Pavón, de Lilly.
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José Vicente Galindo, de Esteve; Candela Calle, directora gerente del ICS, y Justo Moreno, de Novartis Oncology.
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Gabriel Galván y Marta Moreno, de Novartis Oncology. A continuación, José Varela, de Chiesi, y María Aranzazu, de Ferrer.
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Álvaro Serrano, de Intercept, y Carmen Zárate, de Bayer. En la siguiente imagen, Ricardo López, director general de Sanitaria 2000, y Victoria Ayala, de GSK.
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Juan Carlos Gil y Rosemarie Neipp López, de MSD. A continuación, Ana de Mora y Claudia Fernández, ambas de Abbott.
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Un momento del III Congreso Nacional de RRII, celebrado en Madrid.
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