El propio facultativo percibe que cada vez tiene menos prestigio y se siente menos respetado



19 may. 2013 18:43H
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Redacción. Madrid
El ciudadano español le da casi un sobresaliente al médico, según el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). Este reconocimiento de la profesión médica también se produce entre los estudiantes, que suelen elegir la Medicina como una de sus favoritas cuando tienen un buen expediente académico. En esta línea, José Manuel Bajo Arenas, presidente de la Federación de Asociaciones Científico Médicas Españolas (Facme), asegura que el médico siente que su labor es reconocida por la sociedad: “Nuestra profesión sigue siendo muy bien valorada por parte de los pacientes.

Imagen de la formalización del Consejo de la Profesión Médica, el pasado 22 de octubre. De izq. a dcha., Javier Castrodeza, director de Ordenación Profesional del Ministerio; José Manuel Bajo Arenas, presidente de Facme; Juan José Rodríguez Sendín, presidente de la OMC; Ana Mato, ministra de Sanidad, y Francisco Miralles, secretario general de CESM.

Además, los estudiantes que acceden a la carrera necesitan la máxima puntuación. Entrar en Medicina sigue siendo muy complicado, con unas exigencias de nota altísimas. Por tanto, los estudiantes que quieren ser médicos son los mejores y tienen esta carrera en alta consideración. Los estudios son muy duros, requieren un gran esfuerzo durante muchos años, y también es muy alta la exigencia durante el periodo de residencia”.

Una opinión similar muestra Fernando Rivas, representante nacional de médicos con empleo precario de la Organización Médica Colegial (OMC): “Nos quedamos con la valoración del ciudadano, porque desde que la sanidad está transferida a las comunidades autónomas, el político la utiliza principalmente para conseguir votos, por eso se olvida del profesional. Se han ampliado carteras, se han dado fármacos de forma gratuita a menores de un año, se han tomado diferentes medidas sin contar con los profesionales. Estas decisiones, en la situación de crisis actual, nos han supuesto problemas de sostenibilidad”.

Los resultados del CIS “consolidan la profesión médica como una de las más valoradas”, confirma Francisco Miralles, secretario general de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM). “La sensación que tenemos los médicos es que los ciudadanos nos tienen una gran estima, saben que ofrecemos un servicio público, fundamentalmente, y que nuestra razón de ser es atenderles bien. Por el contrario, esta consideración no es la que las Administraciones tienen de nosotros, sino que nos ven como un recurso humano más, que tiene que dar una prestación a los ciudadanos.

En cuanto a su valoración, por un lado nos reconoce como interlocutores para el diálogo, nos considera necesarios, pero luego en la realidad no nos tiene en cuenta, no nos hace partícipes en el diseño, en la gestión. Solo nos llegan medidas impositivas desde las distintas administraciones, gobierne quien gobierne”.

El médico a nivel individual está más representado que nunca: por el Foro de la Profesión Médica, la OMC, los sindicatos, las sociedades científicas, etc. La cuestión es saber si el profesional realmente se siente representado, si su voz es escuchada y tenida en cuenta. A menudo se celebran reuniones entre representantes de colegios médicos, sociedades científicas o sindicatos del sector sanitario con representantes de las diferentes administraciones públicas. Da la sensación de que se queda todo en una foto, pero Bajo Arenas no está de acuerdo con esta idea: “Ahora mismo estamos trabajando, y ojalá salga adelante el pacto. Todavía no se ha materializado ningún acuerdo, pero seguimos trabajando”.

“Hemos presentado un plan de gestión clínica, con la incorporación del médico y con los ajustes que precisa el sistema sanitario, la involucración de todos los médicos en la gestión clínica, que tengan autonomía dentro de los hospitales y puedan participar en la gestión. Facme entiende que los médicos debemos ser una parte muy activa en este proceso. Ya hemos presentado nuestro documento y esperamos que llegue a buen fin. No queremos enfrentamientos con la Administración, es el momento de los pactos. Queremos lograr una transformación del sistema, no una revolución”, dice el presidente de la federación que agrupa las sociedades científicas.

Protagonismo del profesional

En su reciente discurso de toma de posesión como presidente de la OMC, Juan José Rodríguez Sendín pidió a la ministra de Sanidad “un mayor protagonismo de los profesionales en la toma de decisiones”. Y en su intervención en este mismo acto, Ana Mato reconoció que es necesario “el conocimiento y la experiencia del principal activo del Sistema Nacional de Salud: sus profesionales”.

También recordó que uno de los tres grupos de trabajo del ministerio con el Foro de la Profesión Médica está dedicado al desarrollo profesional y laboral. La política de Recursos Humanos, afirmó Mato, constituye “una especial prioridad” dentro de la reforma sanitaria. “Con ella, pretendemos reafirmar nuestro compromiso con los profesionales, trabajando en el marco regulatorio del desarrollo profesional y su justo reconocimiento social”, añadió.

El lamento de Rodríguez Sendín es compartido por Fernando Rivas: “En la Comunidad de Madrid se está llevando a cabo un plan de privatización totalmente aparte de la opinión de los profesionales. Y anteriormente se han realizado más cambios en otras comunidades autónomas. Tanto a nivel nacional como a nivel autonómico se gobierna por decreto y se sigue única y exclusivamente el criterio economicista de ahorro. Eso es ahora, pero cuando había bonanza tampoco se escuchaba al profesional, solo se tenía en cuenta el gobierno de cuatro años, así que se abrían hospitales, se ampliaba la cartera de servicios, etc. Nunca se ha contado con el médico a la hora de hacer la macrogestión del sistema. En cuanto a la microgestión, evidentemente el médico tiene mucho poder, porque puede decidir si hace o no una prueba o qué fármaco prescribe, pero tampoco se le facilita esta labor”.

En cualquier caso, la actitud de la Organización Médica Colegial es proactiva, según explica el representante de médicos con empleo precario: “Nuestra voluntad es colaborar, y así lo demostramos a través de documentos y actos en los que participamos. Incluso en presencia de los políticos, tratamos de generar ideas. La OMC ha elaborado varios documentos en todos los ámbitos en los que tenemos potestad”.

“Yo participo en las reuniones, intervengo en la elaboración de documentos. Siendo vocal de médicos en formación, me he reunido en tres años más de siete veces con el subdirector general de Ordenación Profesional del Ministerio de Sanidad para hablar temas del MIR. Acabo de llegar a la Vocalía de Médicos en Precario, que tiene un marcado carácter sindical. Desde la OMC vamos a intentar colaborar con los sindicatos, en la medida de lo posible, para defender al médico frente a todas las irregularidades que se están cometiendo. ¿Cómo lo haremos? Organizaremos una asamblea próximamente y trataremos de buscar vías, a través del Ministerio de Empleo, para que se hagan controles más exhaustivos de los contratos, por ejemplo, y otras situaciones que rayan el esperpento”.

Una de las preocupaciones de Fernando Rivas es que el médico no piense “que nadie le representa y que nadie habla por él”. “Muchas veces lo que ocurre no es que no hagamos nada, sino que no nos hacen caso. Y ese es el mayor problema. Podemos hablar muy alto, pero a veces el político de turno solo piensa en ganar las elecciones o solo actúa desde el punto de vista económico. Nosotros no solo lo intentamos, sino que también conseguimos muchas de las iniciativas que proponemos”, asegura.

Los cambios en la gestión deben ser paulatinos y con vistas a medio y largo plazo. Sin embargo, los expertos coinciden al señalar que los políticos se rigen por el cortoplacismo. De hecho, estas quejas no se refieren solo a un momento en concreto, el actual, ni a un solo gobierno, ni estatal ni autonómico. Las críticas parecen bastante generalizadas, si bien Miralles asegura que hay “matices”. “Parece que empieza a haber pequeños cambios en algunas comunidades autónomas donde se nos está dando más participación en la toma de decisiones, pero son avances anecdóticos. Es la percepción que tengo, independientemente de que esté gobernando un partido u otro. Es cierto que en algunas comunidades el acercamiento entre el médico y la administración es más grande que en otras. Por ejemplo, en Castilla y León hay bastante sintonía, mientras que en Andalucía la sintonía entre la administración y el médico es cero".

Sueldos y carrera profesional por comunidades autónomas

Fernando Rivas, representante nacional de médicos con empleo precario de la Organización Médica Colegial (OMC).

La carrera profesional del médico es una de las grandes asignaturas pendientes del sistema sanitario público español. En época de bonanza se puso en marcha en algunas comunidades autónomas, pero fue lo primero que se suprimió cuando asomó la crisis. En este punto, el Foro de la Profesión Médica pide “un modelo retributivo específico, consensuado y alejado de criterios economicistas”.

Recientemente el Centro de Estudios del Sindicato Médico de Granada presentó un informe que desvela las grandes diferencias que existen en el pago de la hora de guardia (Atención Continuada) a los médicos de hospital, según las comunidades autónomas. El informe recuerda que, a diferencia de lo que ocurre en otros sectores, en los hospitales las horas de guardia se retribuyen por un importe menor que las horas ordinarias, a pesar de ser generalmente obligatorias y no voluntarias. Además, el pago de esta labor también ha sufrido la crisis. Por ejemplo, en Castilla-La Mancha la hora de Atención Continuada en 2012 sufrió un recorte adicional del 15 por ciento, y en Andalucía, del 10.

Por supuesto, todos los recortes son acumulativos. Así, en Andalucía y en Madrid el incremento de la jornada ordinaria impuesto por el Gobierno de España se ha traducido en un nuevo recorte en las horas de guardia. El informe del Sindicato Médico revela las diferencias que se produjeron en el año 2012 entre los facultativos andaluces, que cobraban 15,47 euros/hora, y los murcianos, 26,61. La media nacional fue de 21,84 euros/hora.

Estas grandes diferencias por autonomías hacen que se provoque la paradoja de que algunos médicos internos residentes (MIR) de cuarto y quinto año perciban por hora de guardia un importe superior que el que reciben los médicos de hospital de otras autonomías. Por ejemplo, los médicos andaluces ganan menos por hora de Atención Continuada que los MIR de Asturias. Pero los médicos hospitalarios de Asturias también cobran menos que los residentes de Navarra.

El informe recuerda que en España el Impuesto de la Renta de las Personas Físicas tiene “un fuerte componente de progresividad”, que el actual Gobierno incrementó al principio de su mandato, por lo que las retenciones son cada vez mayores. A modo de conclusión, el trabajo del Sindicato Médico dice que, en algunos casos, “puede darse la paradoja de que si para realizar la guardia es necesario contratar a alguien que cuide de los hijos, muy posiblemente al médico le cueste dinero trabajar esas horas extra”.

Condiciones mejorables

Bajo Arenas considera que, en líneas generales, los sueldos no se corresponden al esfuerzo desarrollado por el profesional médico: “A nivel retributivo, lo que gana un adjunto o un jefe de sección o de servicio está muy ajustado. España no es el país en el que los médicos están mejor remunerados, precisamente. Desde el punto de vista laboral, probablemente se podrían mejorar las condiciones”.

Esfuerzos para el futuro

Respecto al futuro, José Manuel Bajo Arenas dice que se deben hacer “todos los esfuerzos posibles por mantener el SNS”, si bien “está claro que son necesarios los ajustes, pero debe mantenerse tal como es, un sistema sanitario universal y que preste una atención especial a la formación, dirigida por las comisiones nacionales”. “Nuestros médicos salen muy bien formados y en otros países están muy bien considerados”, añade.

Más pesimista parece Miralles. Reconoce que nunca se hace balance de los acuerdos firmados, después de tantas reuniones, porque no se obtienen resultados buenos: “En los últimos años es difícil hacer un balance positivo, especialmente desde que en 2008 empieza la crisis en España. El Sistema Nacional de Salud, y los médicos en especial, hemos sido objeto de las reducciones y los recortes. El presupuesto de la sanidad en España se ha reducido más de un 20 por ciento desde 2008 y el salario de los médicos ha disminuido más de un 30 por ciento. El único balance posible es que la sanidad es la que está pagando los abusos de otros sectores económicos de este país. No creo que sea la sanidad la que haya cometido el gran despilfarro y la que nos haya metido en esta crisis económica, creo que han sido otros sectores, pero es en la sanidad donde se están cebando especialmente los recortes, porque es una partida presupuestaria importante, pero creo que no es razonable”.

Como nota positiva, el secretario general de CESM destaca “la implicación” del facultativo. “Los médicos intentamos que el mal sea menor, que el sistema siga funcionando, que la asistencia siga siendo de calidad, y defendemos el sistema. Estamos más implicados en ello que en nuestras propias convicciones personales. Probablemente esta actitud tenga sus críticas, pero si dejamos morir el sistema no nos va a quedar nada”.

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