Mariano Esteban, profesor de investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en el Centro Nacional de Biotecnología (CNB).
La
búsqueda de una vacuna segura y eficaz contra el
Covid-19 centra casi todos los focos de la pandemia del nuevo coronavirus. En
España, uno de los prototipos más avanzado es el del proyecto que lidera
Mariano Esteban, profesor de investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en el Centro Nacional de Biotecnología (CNB). En esta entrevista concedida a
Redacción Médica, ha explicado cómo avanza la investigación y los objetivos que persiguen para obtener una vacuna segura, eficaz,
duradera y con amplitud de respuesta.
¿En qué punto se encuentra la investigación que lidera para encontrar una vacuna contra el Covid-19?
Hemos desarrollado un prototipo que ya está caracterizado en detalle a nivel de cultivos celulares. Hemos llevado a cabo la experimentación en animales y ha demostrado que tiene un buen comportamiento. Actualmente estamos esperando para probar el prototipo en ratones humanizados para demostrar su eficacia.
Además, hemos establecido el proceso de producción en condiciones
para ensayo clínico en humanos, que ya se ha iniciado con una empresa. El objetivo es empezar cuanto antes las fases clínicas, pero vamos siguiendo las pautas establecidas de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) para cumplir con los protocolos necesarios. Tenemos la confianza de que podamos llegar a esas fases clínicas a finales de este año o principios de 2021.
"La vacuna contra el Covid-19 se basa en la que se utilizó para la viruela"
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¿Cuál ha sido el punto de partida para comenzar a desarrollar esta vacuna?
Cuando conocimos la publicación de China sobre la
secuencia completa del genoma del SARS-CoV-2. En nuestro laboratorio llevamos más de 30 años trabajando en el desarrollo de vacunas frente a patógenos emergentes. Hemos logrado vacunas frente a otros virus como el VIH. Hemos avanzado bastante en lo que confiamos que puede ser más eficaz frente al VIH. Hemos logrado vacunas frente a otros virus con un 80-100 por ciento de eficacia. Esta plataforma que venimos desarrollamos ha demostrado su eficacia.
La vacuna contra el Covid-19 se basa en una vacuna que se utilizó contra la viruela, la enfermedad más mortífera que ha aparecido en la humanidad. Nos ha dado la confianza de que es segura, sin efectos adversos y muy inmunogénica. Para este tipo de patógenos necesitamos inducir una respuesta de anticuerpos suficientemente potente y duradera y que tenga capacidad neutralizante.
Por otro lado, activar una población de células de linfocitos T, responsables de destruir las células infectadas. Estas ramas del sistema inmune, linfocitos B y linfocitos T, son nuestros dos objetivos y lo estamos consiguiendo con el tipo de plataforma de vacuna que hemos desarrollado en el CNB. Pensamos que puede ser de utilidad para el SARS-CoV-2.
¿Qué aportará la vacuna española que no vaya a aportar las otras que están en marcha?
La vacuna que estamos desarrollando va en la dirección de
que sea potente y duradera, que tenga amplitud de respuesta. Hay otras más focalizadas, que quizás son más rápidas, pero van dirigidas a una acción rápida y es menos duradera. Nosotros perseguimos que sean de una acción amplia y duradera.
Además del proyecto que lidera, España ha financiado otros 10. ¿Están coordinados todos ellos?
Nosotros colaboramos y formamos parte de otro proyecto. En nuestro laboratorio tenemos tres objetivos de vacuna. La primera de ellas es la más avanzada y está basada en un componente del virus y, al mismo tiempo, estamos desarrollando otros dos tipos de vacunas. Una basada en subpartículas, es decir, partículas que se asemejan al virus pero no tienen material genético y otra, basada en selección de dominios conservados en las proteínas estructurales del SARS-CoV-2 porque nos va a dirigir más respuesta a zonas más conservadas, evitando que se produzcan mutaciones y que el virus pueda escapar a la acción de las vacunas actuales más avanzadas.
Además, colaboramos con otros centros de España, con proyectos que van dirigido a vacunas basadas en ARN mensajero. Esta también está en proceso, porque las vacunas basadas en ARN son más fáciles de producir.
¿Cuándo prevé que haya una vacuna definitiva?
"La vacuna para toda la población mundial llegará bien avanzado 2021"
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Va a haber varias vacunas. El objetivo es que estas vacunas, producidas por distintas empresas y con un potencial enorme, puedan llegar a nivel mundial. Sin embargo, no será hasta 2021. Habrá ensayos en fase clínica 2 o 3 buscando la eficacia con un número de población de miles de personas y buscando zonas donde haya incidencia de infección por el coronavirus.
Para toda la población mundial, simultáneamente, creo que llegará a lo largo de 2021, más bien avanzado este año.
Podrá haber vacunas para personas más necesitadas como personal sanitario o donde ocurran brotes. Esas vacunas serán más rápidas y se utilizarán en entornos con incidencias de infección. Estas podrán llegar a finales de 2020.
¿Será una vacuna para varios años o toda la vida, o será anual, como la gripe?
Habrá varios tipos de vacunas. El objetivo es que estas vacunas tengan una eficacia de, al menos, de más de un año. Lo deseable es que sea duradera, pero eso no lo sabremos hasta saber el tipo de inmunidad confiere. Es importante que España desarrolle sus vacunas con esa finalidad. Debemos estar ahí. No seremos los primeros, pero debemos tener disponibilidad de vacunas.
Nosotros ya estamos trabajando con empresas españolas para producir algunas de las vacunas que hemos generado. Es importante para dar seguridad a la sociedad española.
¿Qué se ha aprendido del virus en estos meses?
Hemos aprendido mucho. Vamos entendiendo su capacidad de infección, de activación de señales intracelulares, cómo se disemina en el organismo, la severidad, en qué medida el organismo responde, cómo el virus se entiende en la población, sus procesos de contaminación o su estabilidad en el entorno. Estamos tratando de ver qué antivirales son más eficaces frente al virus.
El virus se conoce desde hace escasamente seis meses y, generalmente, se tarda muchos años en entender sus procesos y prueba de ello es el VIH. Entender este virus es un avance que no ha ocurrido jamás en la historia de la civilización. Unos avances espectaculares frente a un patógeno con una alta tasa de mortalidad.
"España tiene que poner a la ciencia en el lugar que corresponde porque nos va a dar seguridad"
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Ha sido una gran tragedia. A nivel mundial ya hay más de 8 millones de contagios y 400.000 muertes. Es un virus que afecta a toda la población, algo dramático, por lo que tenemos que desarrollar todas las medidas de prevención para tratar de controlar a este patógeno.
Muchas voces han dicho que el virus ha cambiado y ahora es menos agresivo. ¿Cuál es su opinión al respecto?
El organismo tiene más estrategias para controlar el virus. Normalmente el virus empieza como más patogénico porque el organismo no lo había visto con anterioridad pero, poco a poco, va perdiendo virulencia. En este contexto, pensamos que en un par de años este virus estará eliminado o en reservorio pero mientras tanto nos seguirá dando guerra.
Hay que hacer mucha ciencia. España tiene que
poner a la ciencia en el lugar que corresponde porque es lo que nos va a dar seguridad. Lo mismo con el sistema sanitario, al que hay que reforzar para evitar que este tipo de pandemia vuelva a aparecer, porque vamos a vivir más pandemias y debemos estar preparados. Debemos tener más inversión en I+D+i y en el sistema sanitario para proteger a la población, porque la salud es lo más fundamental que tenemos y que debemos cuidar.
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