Margarita Salas.
El
Gobierno de España ha concedido a título póstumo la
Medalla al Mérito en su categoría Oro a la investigadora
Margarita Salas Falgueras fallecida el pasado
7 de noviembre. Tal y como se ha aprobado este viernes en
Consejo de Ministros, la licenciada en Ciencias Químicas por la Universidad Complutense de Madrid, y discípula de
Severo Ochoa, recibe esta condecoración
a la que ya se había comprometido el Ejecutivo de Pedro Sánchez en el apartado de Investigación y en la Educación Universitaria.
Fue el ministro de
Ciencia, Innovación y Universidades en funciones, Pedro Duque, quien se comprometió a este reconocimiento. Para Duque, Margarita Salas es "una de esas pocas ilustrísimas españolas que sí ha tenido reconocimiento en vida". "En España vamos mejorando en reconocer a las personas válidas.
Para nosotros ha sido una gran pérdida para la ciencia, y la pérdida de un grandísimo referente", adelató el titular.
La científica asturiana fallecía el pasado 7 de noviembre a los 80 años de edad dejando tras de si cerca de
400 publicaciones científicas en revistas y libros, nacionales como internacionales, y con ocho patentes. Era académica de la Real Academia Española (RAE). Por todo, fue galardonada con más de una treintena premios entre los que se encuentran la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo, la Medalla Echegaray de la
Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales o el Premio al Inventor Europeo 2019. Reconocimientos a los que ahora se une la citada medalla.
Dilatada trayectoria
Su trayectoria investigadora comenzó con Alberto Sols, en Madrid, hace casi 60 años. Con él realizó su tesis doctoral sobre el
metabolismo de los hidratos de carbono. También trabajó con el científico Eladio Viñuela, su marido, con quien impulsó la investigación española en el campo de la
Bioquímica y de la Biología Molecular. Ochoa le dirigió la tesis postdoctoral que realizó en la Universidad de Nueva York.
Por su dilatada trayectoria,
Redacción Médica le hizo un reconocimiento durante los
Premios Sanitarias de 2018, donde agradeció a sus profesores
Alberto Sols y Severo Ochoa, por haberle transmitido "su rigor experimental, dedicación y entusiasmo por la investigación". También a su hija, por haberla acompañado en sus largas horas de dedicación a la investigación, "y muy en especial" a su marido. "Pues sin su ayuda y apoyo constante no estaría aquí", aseguró.
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