Un grupo de enfermeras
El coste laboral para sufragar
salarios en el área de sanidad ha crecido un
0,3 por ciento en el primer trimestre del año, lo que representa su tercera alza consecutiva en la serie histórica del
Instituto Nacional de Estadística (INE). Sin embargo, la cifra se sitúa casi dos puntos por debajo del incremento del conjunto de todas las actividades que ha cerrado el mes de marzo con un repunte del
2,2 por ciento en términos interanuales.
La leve subida en los sueldos de los diferentes perfiles sanitarios contrasta con el fuerte incremento del
Índice de Precios al Consumo (IPC) del primer trimestre del año que rementó un
7,8 por ciento en un contexto de crisis energética y de inestabilidad internacional. El resultado es que los sueldos de los profesionales de salud han crecido
25 veces menos que el alza de los costes de la vida.
Si tenemos en cuenta el coste laboral asociado a todos los factores, en
el área sanitaria se ha elevado este desembolso en un
1 por ciento, siete décimas por debajo de media nacional que reúne a todos los sectores. Este cambio está condicionado, por ejemplo, por un incremento en las partidas dirigidas a pagar
aspectos extraordinarios o atrasos en las nóminas que ha protagonizado un salto del
1,9 por ciento.
El aumento de los costes laborales del área sanitaria ha cerrado así en marzo con una variación interanual
idéntica a la de finales de 2021 y del doble que en el tercer trimestre del año pasado cuando se alcanzó el 0,5 por ciento. Para observar una cifra negativa hay que retrotraerse hasta los meses de
abril, mayo y junio del pasado ejercicio cuando el indicador
se hundió un 1,3 por ciento.
A pesar de esta evolución al alza, el campo sanitario se ha quedado
por debajo de la media del conjunto de todos los sectores. El
Índice de Coste Laboral Armonizado (ICLA) se ha situado en los tres primeros meses del año en un
1,9 por ciento teniendo en cuenta los factores corregidos estacionales y de calendario, lo que supone nueve décimas por encima del sector salud. El indicador general también ha enlazado tres informes en positivo, después de tocar suelo en junio de 2021 con un valor del
-3,7 por ciento.
En todo caso, buena parte de esta alza se explica por el
aumento de los salarios en 2022 en un momento marcado por la
inflación que ha desencadenado la invasión rusa de Ucrania y de algunas políticas del Gobierno como la actualización del
Salario Mínimo Interprofesional (SMI) hasta el umbral de los 1.000 euros.
Sanidad por debajo de la media nacional en costes laborales
Las
actividades sanitarias se han quedado así algo por debajo de de la media de costes laborales que en el primer trimestre del año ha estado protagonizada por el fuerte incremento del
sector financiero y de seguros que ha llegado a elevarse un 11,9 por ciento. Le han seguido de cerca otras áreas como la
inmobiliaria (6,3 por ciento), la
educación (5,7 por ciento), las
profesiones científicas y técnicas (5 por ciento) o la
Administración Pública y Defensa (3,5 por ciento).
En el otro lado de la balanza, destaca la evolución de las
industrias extractivas, donde el coste por hora efectiva de trabajo de sus empleados se ha desplomado un 25,2 por ciento en términos interanuales en el primer trimestre. También han cerrado en cifras negativas las actividades
artísticas, recreativas y de entretenimiento (-7,5 por ciento), la
hostelería (-2,3 por ciento), la
información y comunicaciones (-1,8 por ciento) o el
suministro de energía, gas, vapor y aire acondicionado (-1 por ciento).
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