Los
riesgos vinculados a la sanidad constituyen el
segundo mayor desafío a escala global para la ciudadanía europea, que apunta a las consecuencias que puede tener el cambio climático para la salud y el bienestar como la principal amenaza.
Así se desprende del
último Eurobarómetro de la Comisión y el Parlamento europeos, que recoge que el del
cambio climático es el principal reto mundial para casi la mitad de la población (49 por ciento) y para nueve de cada diez jóvenes de entre 15 y 24 años. Los encuestados manifestaron asimismo su inquietud por los
“desafíos de la salud” (34 por ciento), y cuatro de cada diez apuntaron a que este último debe ser un debate clave en la Conferencia sobre el Futuro de Europa.
No obstante, existen diferencias notables entre los distintos países. En el nuestro, la tasa de población que asume los riesgos de la salud como una amenaza de futuro alcanza el 47 por ciento, un índice solo superado por
Bélgica (48 por ciento),
Grecia (53),
Chipre (52) y
Portugal (66). Datos que contrastan con lo de Estados como
Dinamarca (16),
Alemania (20),
Holanda (12) y
Suecia (10).
Por otro lado, alrededor del 30 por ciento de la muestra apuntó también como retos potenciales a la
migración y los desplazamientos forzosos.
Política sanitaria común en Europa
Para abordar estos retos, en torno a dos de cada diez de los encuestados (22 por ciento) apuesta por ahondar en una
“política sanitaria común”, mientras que para el 31 por ciento es esencial mantener el actual nivel de vida (31 por ciento).
“La ciudadanía europea también da prioridad a una mayor
solidaridad entre los Estados miembros (21 por ciento) y a la
independencia energética (20 por ciento)”, apunta el informe.
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