España notifica 4.657 episodios de urgencias hospitalarias por drogas en un año.
El perfil del paciente que accede a los servicios de
Urgencias por un problema de salud vinculado a las
drogas es cada vez más mayor. Un estudio elaborado por el Ministerio de Sanidad ha cifrado la edad media de estos enfermos en los
36,5 años, lo que supone una notable diferencia en comparación con los
27,8 años que se identificaron en 1996 cuando comenzaron a elaborarse este tipo de estadísticas en el conjunto del
Sistema Nacional de Salud (SNS).
Los autores del estudio han estimado que este cambio de tendencia está condicionado porque los
consumidores habituales de opioides o hipnosedantes tienen una edad más avanzada. Y en ambos casos la prevalencia de esta droga ha crecido en la serie histórica. Mientras que los que acuden al hospital como consecuencia del consumo de
alucinógenos, inhalables volátiles, éxtasis, cannabis o anfetaminas sí que son más jóvenes habitualmente.
Las cifras publicadas por el Ministerio de Sanidad han calculado que en el año 2020, en plena pandemia de coronavirus, se notificaron
4.657 episodios de urgencias hospitalarias relacionados con el consumo no terapéutico de alguna droga. El
cannabis es la principal causa (44,9 por ciento), seguido de cerca por
la cocaína (39,9 por ciento), lo que casa con el resto de estadísticas sobre el consumo o los tratamientos.
La mayor parte de los casos (70,4 por ciento) que se presentan en Urgencias se pueden solucionar con el paciente dado de alta, aunque un
17,3 por ciento sí que requiere de un ingreso hospitalario para controlar su estado de salud. El porcentaje prácticamente se ha triplicado en relación al
7,6 por ciento que permanecía en el hospital en el año 1996 cuando comenzó a recopilarse la información.
Los pacientes de Urgencias por drogas
El informe también ha mostrado una diferencia entre las realidades por sexos. Mientras que
los hombres son más proclives a acabar en Urgencias por un problema relacionado con el cannabis o la cocaína, entre las mujeres los casos más frecuentes están asociados a los hipnosedantes y el alcohol.
Lo que sí que se ha confirmado es una
tendencia “claramente descendente” en las urgencias relacionadas con el consumo de heroína, que en la década de los 90 sí que marcaron una cifra importante. Actualmente se sitúan en un
6,7 por ciento del total de los casos, lo que supone la cifra más baja de toda la serie histórica. Solo en un 18,2 por ciento de las situaciones es necesario un ingreso hospitalario.
Más allá de las sustancias que habitualmente forman parte de los estudios, el protocolo del Registro del Indicador de Urgencias Hospitalarias también cuenta con un modelo de detección de
nuevas drogas psicoactivas. En 2020 se detectaron por este mecanismo 16 episodios relacionados con la
mefedrona, uno con el
spice. Aunque los propios autores han reclamado que se tomen con “cautela” estas conclusiones.
“Debido a las características de las urgencias relacionadas con este tipo de sustancias, y a que en muchas ocasiones
los usuarios no saben exactamente lo que han consumido, el registro de estas nuevas sustancias psicoactivas es complicado con este indicador”, han apuntado.
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