Fachada de Muface
Muface abre un nuevo capítulo. Han pasado casi siete meses después de que el Gobierno y las aseguradoras forzasen el primer parón en las negociaciones por la situación económica del
modelo de sanidad privada de la mutualidad. Más de 200 días en los que el modelo ha vivido la que probablemente haya sido la mayor crisis de sus casi 50 años de su historia. Pero ese trance está ya cerca de dar pie a una nueva etapa. Y es que este 1 de mayo da comienzo un periodo de cambios extraordinario para los mutualistas de
Muface.
Redacción Médica explica los
procesos y plazos que se avecinan.
El cambio a la sanidad pública en enero
Los funcionarios públicos y sus familias ya pudieron hacer un primer cambio en el mes de enero. Fue entonces cuando la Dirección General de Muface dio a los mutualistas la oportunidad de
cambiarse del modelo de sanidad privada al INSS (servicios autonómicos de salud). Todo ello, por cierto,
en medio del segundo proceso licitador de la mutualidad, que fue paralizado el 25 de enero.
En este tiempo, como deslizó la mutualidad en su primer Consejo General del pasado 26 de marzo,
más de 45.000 personas hicieron este cambio. Esto ha propiciado que, actualmente, un 64,7 por ciento de los mutualistas estén adscritos a entidades concertadas y un 35,3 por ciento hayan elegido la opción pública.
Ahora, no obstante,
Muface va a abrir un nuevo periodo de permutas (especial) para aquellos mutualistas que se hayan ido al INSS y ahora quieran revertir su decisión.
¿Qué tengo que hacer si soy de Asisa y Adeslas?
Asisa y Adeslas han sido las dos únicas compañías que han concurrido al tercer proceso licitador de Muface. Ambas aseguradoras presentaron sus ofertas el pasado 4 de marzo, cuando finalizaba el plazo, y semanas después se han convertido en las adjudicatarias del nuevo contrato,
valorado en más de 4.300 millones de euros.
En el caso de los mutualistas que hasta el momento estaban adscritos a estas aseguradoras, hay varias opciones.
Aquellos que quieran seguir en su compañía, no tendrán que hacer ninguna notificación. Muface tampoco podrá enviarles de oficio a la sanidad pública, como si podrá hacer con algunos mutualistas de
DKV.
Además, si ahora algún funcionario (o beneficiario) que haya pasado al INSS durante el mes de enero quiere volver a una de las compañías del modelo de sanidad privada, podrá solicitar el cambio. Todo ello desde el
1 hasta el 31 de mayo, dentro de un periodo especial que abrirá
Muface.
¿Qué tienen que hacer los mutualistas de DKV?
El caso de los
mutualistas de DKV es distinto. Más de 200.000 personas se enfrentan a una nueva
decisión ‘clave’. Durante el mes de mayo tendrán la opción de cambiarse a otra entidad que se haya suscrito al concierto (Asisa o Adeslas) u optar por el INSS (o INGESA, en el caso de Ceuta y Melilla). Aunque
hay un ‘pero’.
Si los funcionarios y sus familias no hacen ningún cambio durante este periodo, Muface de oficio podrá enviarles de oficio al
modelo de sanidad pública. Un hecho que no ha sentado bien entre los mutualistas, que en conversación con
Redacción Médica tacharon esta medida de “trampa”, especialmente para los colectivos más mayores.
Junio: el mes del periodo extraordinario de permutas
En
junio, además, se abrirá un nuevo
plazo para todo el mutualismo. Tanto el que se encuentre en el INSS, como el que se haya quedado en Asisa o Adeslas, o el que se haya ido a una de estas compañías (o a la sanidad pública). Del 1 al 30 de junio los funcionarios podrán cambiarse de entidad o irse al modelo público. O del INSS al privado. El efecto del cambio, además, será inmediato.
¿Hasta cuándo dotarán de asistencia sanitaria las compañías?
El pasado diciembre, a la vista de que Muface se encaminaba hacia su segundo proceso licitador y el último contrato en vigor (de 2022 a 2024) llegaba a su fin, el Gobierno dictó una
orden de continuidad del concierto. Así, las entidades que habían suscrito el último convenio (Asisa, Adeslas y DKV) estarían ‘obligadas’ a
seguir dotando de sus servicios a los mutualistas durante el periodo establecido. En este caso, tres meses, hasta el 30 de marzo.
Sin embargo, los
cambios en los pliegos de la segunda licitación propiciaron una modificación en la prórroga. Aunque solo fue presupuestaria, y es que, a causa de la implantación de las primas por tramos de edad para el nuevo concierto, Moncloa aumentó el monto para sufragar los costes de las aseguradoras.
Pero ese proceso se paralizó. Llegó un tercero. Y, esta vez sí, Asisa y Adeslas presentaron sus ofertas, lo que supuso el primer paso para
el fin de la crisis sin precedentes del modelo. DKV, por su parte,
dijo ‘adiós’ a Muface.
Los problemas, sin embargo, no acabaron. Un informe paralizó el proceso para sacar adelante el nuevo concierto. Por tanto, el Gobierno dictó una
nueva modificación de la orden de continuidad por un mes más.
Hasta finales de abril. Todo ello con el objetivo de que el contrato entre en vigor este 1 de mayo.
Así, al haber suscrito
Adeslas y Asisa el nuevo convenio, la orden, que suma un presupuesto de 505 millones de euros para sufragar los costes de las aseguradoras, acaba el 30 de abril para ellas. No es lo mismo, en cambio, para
DKV, que tendrá que seguir dotando de asistencia sanitaria al mutualismo
hasta el 31 de mayo. Entonces, llegará la despedida definitiva.
La crisis de Muface llega a su fin. Tres licitaciones, tres prórrogas, varias cartas de despedida (y de bienvenida) han marcado uno de los
semestres más ‘negros’ para la mutualidad. Un capítulo casi cerrado que, sin embargo, los mutualistas ya temen que vuelva en 2027, cuando finalice el contrato que aún está por firmarse. Entonces aparecerá la
nueva ‘incógnita Muface’.
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