Médicos durante una operación.
21 ago. 2016 11:30H
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Los MIR fuera del quirófano. Esa es la nueva tendencia en Estados Unidos ante el aumento en el número de intervenciones con anestesia local, donde los pacientes están despiertos y cuentan con una mayor exposición a la angustia y ansiedad por los acontecimientos que ocurren en la operación. De esta manera, la reducción del número de residentes y un control en el lenguaje empleado por los profesionales sanitarios son algunas de las modificaciones que se están realizando para garantizar la mayor comodidad del paciente, según precisa el American Journal of Surgery.
Aunque no existe un manual o código, los cirujanos han optado por la reducción de la presencia de los MIR y el uso de palabras clave durante las intervenciones para lograr una mayor calma entre sus pacientes. “Ninguno tenía una formación especializada en comunicación entre el cirujano y un paciente despierto durante una operación, por lo que optaron por las fórmulas que consideraron más eficientes”, explica Alexander Langerman, profesor asistente de Otorrinolaringología en la Universidad de Vanderbilt Medical Center en Nashville.
Langerman, que ha entrevistado a 23 médicos que han operado a pacientes despiertos durante su investigación, reconocen que el uso de la anestesia local facilita la recuperación del individuo, pero advierte que hay factores que son más difíciles de controlar, como el dolor o la posibilidades de complicaciones al moverse el paciente en medio de la operación. A esto se suma que muchos de las personas que son intervenidas están en desacuerdo o se sienten incómodas por ser operadas por un estudiante, lo que “ha reducido la presencia de residentes, afectando la calidad en su formación”, ha precisado el estudio.
Además de los integrantes de la sala, también ha cambiado el lenguaje. Los médicos han tenido que aprender a evitar expresiones como “vaya” o “ups” para evitar preocupar al paciente, al mismo tiempo que han desarrollado un lenguaje en códigos para garantizar una comunicación profesional que no pueda ser malinterpretada por la persona operada. Otras medidas implementadas ha sido evitar la entrada y salida del personal en la sala de operaciones e incorporar música que ayude a la relajación.
Lashmi Venkatraghavan, profesor de la Universidad de Toronto, estudia la comunicación durante la cirugía. Sus investigaciones le han permitido reconocer la importancia de reducir la ansiedad de la persona que será operada. "Todos los eventos negativos serán recordados para siempre por los pacientes y que tiene un efecto psicológico de larga duración". En este sentido, algunos médicos han recomendado a sus pacientes el consumo del calmantes o sedantes que, aunque no son una anestesia total, les ayudarán a permanecer tranquilos o dormir.
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