Los médicos apuestan por un nuevo confinamiento: asimétrico y de una semana

Tras decretarse el estado de alarma el pasado domingo, muchas comunidades autónomas están proponiendo confinamientos totales durante fechas menores a los 10 días de cuarentena que recomiendan los protocolos de sanidad. Comunidades autónomas como Cataluña, que plantean el proyecto para los fines de semana, o países como Venezuela, que estudia confinamientos totales una semana sí y una no, ‘contradicen’ la idea de que los contagiados son potencialmente transmisores del virus durante 14 días.

Pero, pese a que el periodo de incubación del SARS-CoV-2 puede alargarse dos semanas, los epidemiologos sí están a favor de confinar totalmente una única semana. “Es atrevido, pero no descabellado”, confirma Rafael Ortí, presidente la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene y jefe de Servicio de Medicina Preventiva y Salud Pública del Hospital Clínico de Valencia.

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"Es una propuesta atrevida, pero no por ello descabellada"

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Preguntado por los confinamientos siete días sí y siete días no que propone Venezuela, Ortí descarta la propuesta pero asegura que tal vez sí sería una buena opción confinar una semana, no todo el país sino territorios concretos, cuando la transmisión esté descontrolada. “Un aislamiento de una única semana y, si los datos mejoran, levantamos”, puntualiza el experto.

Lo que viene a proponer Ortí es parar el virus cuando comience la transmisión de comunitaria y los contactos no estén bien localizados. Es decir, si existe transmisión comunitaria y la mayoría de los contactos no se saben de dónde provienen “hay que ser radicales sin esperar más tiempo”. El presidente de la Sempsph reconoce que es algo “difícil de entender políticamente y socialmente” pero que sería muy práctico a la hora de reducir la incidencia.

El punto de aprendizaje para la sociedad

Esos siete o diez días de confinamiento total para el territorio con transmisión comunitaria descontrolada serían, a su juicio, “el punto de aprendizaje” para la sociedad y la forma de parar contactos puntualmente. “Es una especie de lección, también para la sociedad”, explica asegurando que, si estuviera en sus manos, “ya lo habría probado como pilotaje en alguna área concreta”.

“Mientras que conozcamos la mayoría de las causas de positivos de Covid, donde está el origen, podemos funcionar sin confinamiento. Pero cuando empezamos a desconocerlo hay que ser radicales sin esperar mas tiempo porque el problema está en la comunidad”, apunta.  A este respecto, finaliza Ortí, el confinamiento no sería solo una forma de parar la transmisión del virus sino una llamada de alerta a la parte de la sociedad que se salta las medidas de prevención.  “Es atrevido, pero no por ello es descabellado”, puntualiza apostando, casi completamente, por su efectividad.