Francisco Miralles, secretario general de CESM.
24 may. 2017 15:50H
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La Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) ha lanzado un comunicado para dejar clara su postura respecto a la polémica surgida por la tributación de los profesionales sanitarios por las becas para formación recibidas por la industria.
Ha recordado que la formación continuada es obligatoria ética y legalmente, pues así está reflejado en el artículo 33 de la Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias “y así se interpreta por los tribunales de justicia, cuyas sentencias en relación con casos de negligencia y mala praxis suelen aludir al deber inexcusable del médico de tener actualizados sus conocimientos”.
Por ello, considera razonable que esta actualización formativa de los médicos que trabajan en el sistema público “corra a cuenta de la Administración y se considere, dado su carácter obligatorio, una parte más de su jornada laboral”. Algo que no ocurre en la actualidad, explica el sindicato, ya que el médico tiene que invertir de su tiempo libre y su dinero para ello. La formación, así como la investigación, no suelen estar contempladas “en los programas sobre política de personal de hospitales y centros de salud”.
Con respecto a las ayudas de la industria para la formación y asistencia a congresos, CESM sostiene que debe haber una diferenciación legal entre formación y otros pagos privados, “quedando exento de tributación lo primero, porque el principal beneficiario de ello es el paciente, y por extensión, el sistema público de salud”.
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