Enfermera administrando la vacuna frente al Covid-19.
Los efectos adversos de la vacuna
Covid-19 de
Pfizer-BioNTech están asociados a una presencia y
cantidad de anticuerpos más alta de tres a seis meses después de la vacunación. Esta es la principal conclusión de un estudio liderado por el departamento de Medicina Respiratoria e Inmunología Clínica del Hospital Nacional Organización Hospital Nacional de Utsunomiya, que ha sido publicado en plataforma de 'preprints'
medRxiv, que señala que los anticuerpos totales fueron
un 23 por ciento más duraderos en pacientes con síntomas como la fiebre tras la administración de la vacuna.
El objetivo de los investigadores fue determinar la relación entre los efectos adversos relacionados con la vacuna y los
títulos de anticuerpos (Ab), que determinan la presencia y el nivel de anticuerpos en la sangre, de tres a seis meses después de la segunda dosis de la vacuna de ARNm de la enfermedad por coronavirus de Pfizer en
Japón.
Para ello, se incluyeron a
378 trabajadores de la salud (255 mujeres y 123 hombres), con una edad media de 44 años, cuyos títulos después de la segunda dosis se analizaron y cuyas características y efectos adversos se recopilaron previamente mediante un cuestionario.
Síntomas más frecuentes con la segunda dosis
Los resultados del
estudio que relaciona los efectos secundarios de la vacuna con más cantidad de anticuerpos reflejaron que, si bien los síntomas en el lugar de la inyección ocurrieron con casi la misma frecuencia entre la primera y la segunda dosis, los
efectos adversos sistémicos, como fatiga general y fiebre, fueron
significativamente más frecuentes después de la segunda dosis que después de la primera.
Asimismo, el análisis mostró que la
fiebre se correlacionó significativamente con el sexo femenino para la segunda dosis, mayor edad para la primera dosis y dislipidemia para primera dosis. Los antic
uerpos totales ajustados por edad a los tres meses después de la vacunación fueron un 23,7 por ciento y un
23,4 por ciento más altos en los
pacientes con fiebre que en los que no tenían fiebre después de la primera y la segunda dosis, respectivamente.
Además, los títulos anticuerpos a los tres y seis meses después de la segunda dosis fueron, respectivamente, un 21,7 por ciento y un 19,3 por ciento más altos en el
grupo con uso de antiinflamatorios que en el grupo sin uso de antiinflamatorios.
Ante estos resultados, los investigadores han concluido que los participantes con efectos adversos sistémicos tienden a tener
títulos de anticuerpos más altos de tres a seis meses después de la administración de la segunda dosis de la vacuna de Pfizer. “Nuestros resultados pueden fomentar la vacunación, incluso entre las personas que dudan en vacunarse relacionadas con efectos adversos sistémicos relativamente comunes”, concluyen los autores del estudio.
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