Jesús Vicioso Hoyo. Madrid
El ‘céntimo sanitario’, o, mejor dicho, su devolución a raíz de la sentencia europea, sigue trastocando los planes económicos del Gobierno. Porque aunque el déficit público con el que cerró España 2014 cumple con los requisitos de Bruselas, los 1.700 millones de euros reintegrados dilapidan la previsión del equipo de Mariano Rajoy.
La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáez de Santamaría, y el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro.
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La Unión Europea exigía que el déficit no se sobrepasase el 5,8 por ciento del producto interior bruto (PIB), y España 2014 cerró en el 5,72, tal y como ha informado el máximo responsable del departamento de Hacienda, Cristóbal Montoro, tras el Consejo de Ministros de este viernes, en la rueda de prensa que ha dado junto con la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría.
Ahora bien, la cifra definitiva se ha alejado de la previsión del Ejecutivo, cuyo objetivo de estabilidad fijado para el ejercicio pasado era del 5,5 por ciento del PIB. Es decir, ha habido una desviación de dos décimas. ¿Y a qué achaca Montoro esta distorsión? Al famoso céntimo sanitario y su ‘inesperada’ (en el momento en el que se elaboraron las cuentas iniciales) devolución.
Y así lo explica Hacienda, que le da la vuelta a la tortilla y pone sobre la mesa las cifras que el Gobierno quería: “Descontando el gasto derivado de la devolución del céntimo sanitario, el déficit público se reduce hasta el 5,56 por 100 del PIB en línea con el objetivo fijado en el Consejo de Ministros”, indica la información oficial disponible.
La propia ‘número dos’ de Rajoy reconoce que de no haber estado esta partida, se hubiese cumplido mejor con Bruselas, pero aún así, muestra la satisfacción del Gobierno.
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