Mapa de las lenguas cooficiales en la sanidad pública.
Baleares ha sido la última comunidad autónoma que ha aprobado que su personal sanitario deba
acreditar un nivel mínimo de catalán (B1) para poder optar a traslados y la carrera profesional, se puede consolidar plaza sin el catalán.
Esta medida ha levantado ampollas entre los profesionales, los sindicatos y las asociaciones médicas porque la han considerado injusta y discriminatoria.
A pesar de ello,el archipiélago no es la región más estricta en este sentido.
Cataluña exige a los médicos y los enfermeros del sector público el nivel C1 de lengua catalana. En cambio, para los celadores y los auxiliares de enfermería basta con el A1. Los profesionales pueden acreditar estos niveles con la presentación del título o pasando un examen que
tienen que aprobar para poder presentarse a la convocatoria de empleo público.
En el caso concreto de Cataluña, el Instituto Catalán de la Salud (ICS) es el ente que junto a la Consejería de Salud reguló el tema lingüístico para el personal sanitario y es la comunidad autónoma más estricta en este sentido, ya que
el desconocimiento del idioma imposibilita que un profesional pueda optar a la convocatoria del empleo público. Cabe destacar que la acreditación de un nivel más alto que el exigido es un punto a favor para el personal, ya que
barema positivamente en las OPE.
La acreditación del B1 en Baleares ha levantado ampollas entre los sanitarios
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El caso del País Vasco es bastante particular.
Osakidetza no pide a todo su personal el conocimiento del euskera, aunque
valora de forma meritoria que se conozca la lengua y esto hace que puntúe mucho en la OPE. El departamento solo exige a los médicos y enfermeros de las
zonas con mayor número de hablantes de euskera que conozcan el idioma con el fin de prestar un mayor servicio a la población, todo está recogido en el
2º Plan de Normalización del Uso Euskera (2013-2019).
La
Comunidad Valenciana tampoco pide a su personal sanitario que conozca el valenciano, pero sí que
puntúa positivamente que los profesionales lo conozcan. En las bases de sus convocatorias están recogidos los baremos y el conocimiento de la lengua puede aportar hasta 3 puntos en la OPE. Lo mismo sucede en
Galicia, región que realiza un
examen de gallego a los opositores, pero que
en ningún momento deja fuera de la convocatoria a los que lo suspendan.
Navarra tiene un sistema particular
Finalmente, cabe destacar que
Navarra también tiene un sistema bastante característico. La comunidad ha regulado los llamados puestos bilingües, concentrados en la zona norte de la región,
que deben tener un conocimiento mínimo de la lengua vasca. "El nivel de conocimiento de euskera que se deberá
acreditar en los
puestos bilingües será, dependiendo de las características del puesto,
B1, B2 o C1", según se recoge en el artículo 22, del Capítulo I, del Título III, del
Decreto Foral 103/2017, del 15 de noviembre, por el que se regula el uso del euskera en las administraciones públicas de Navarra.
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