Las barbas del vecino, o por qué la crisis del SNS y el NHS son paralelas

Reino Unido vive una de las mayores crisis de su sistema sanitario público. No está propiciada por la pandemia, ya que es una crisis que se lleva gestando años. Sin embargo, el paso del Covid-19 por los pasillos de sus hospitales tampoco ha ayudado a mejorar la situación y, en todo caso, la ha hecho aún más patente.

Los sanitarios llevan años alertando de los problemas derivados de un posible colapso sanitario en el país. Ahora, podrían estar enfrentando las consecuencias directas de esta crisis: los pacientes pueden llegar a pasar más de doce horas esperando ser atendidos en Urgencias.

En España, los médicos de Atención Primaria han estado en diciembre realizando paros y, ahora, han anunciado que volvían a ellos. ¿Puede España evitar el colapso del sistema sanitario evitando los errores que ha cometido Reino Unido? ¿Cuáles son estos errores?

El primero de estos errores sería “depender de la abnegación” de los sanitarios para sacar adelante el sistema de salud pública británico, según explica el urgenciólogo británico David Raven. Apelar a la vocación cuando los pasillos de Urgencias están llenos de pacientes en invierno no sirve de nada si no se refuerza el NHS para que no vuelva a suceder. Esto solo hace que los sanitarios busquen otras salidas profesionales: “Se jubilan anticipadamente o planean marcharse”, comenta Raven.

Por otra parte, otro problema grave que, incluso, repercute en los propios pacientes es el tiempo de espera para ser atendidos en Urgencias. Hace años, Reino Unido luchó hasta conseguir que se atendiera a los pacientes en cuatro horas; pero ahora las esperas pueden ser de doce e, incluso, más horas. Además, el tiempo de respuesta de las ambulancias ahora “se mide en horas y no en minutos”, indica Raven.

Los sanitarios británicos están cansados, física y mentalmente. Mucho ha sido tras la pandemia, pero es que desde las primeras olas no ha habido ningún tipo de tregua en la carga asistencial impuesta y eso ha impedido a los profesionales hasta “reflexionar” sobre lo sucedido con el Covid-19, señala Raven. Este cansancio, además, hace que los retos cada vez sean más duros.

Otro error que se ha dado en Reino Unido es la falta de apoyo a los sanitarios por parte de sus colegios oficiales. Los colegios deberían ser los que influyan en el Gobierno para que la situación y las condiciones sean diferentes. También los sindicatos se deben a estos profesionales, para evitar que haya sanitarios pidiendo comida a ONG porque, a pesar de trabajar doce horas diarias, no pueden vivir con su sueldo. 

El último de los errores es la inacción política, ya que los especialistas de Urgencias llevan diez años advirtiendo a los políticos de que la situación es insostenible. Y es que, cada año, con la llegada de la gripe y otras enfermedades estacionales los hospitales se colapsan. 

Raven señala que se “necesita” que tanto los colegios oficiales como los políticos “contrarresten cualquier falsa narrativa de que la crisis actual ha sido causada por virus estacionales o que puede curarse únicamente con financiación adicional”. Y lo que parece necesitar el NHS es una “reforma” total del sistema que incluya, además, a más personal.

"Todo esto que ha pasado en Reino Unido tiene que ser el reflejo en el que mirarnos, como dice el refrán: 'Cuando las barbas de tu vecino veas cortar, pon las tuyas a remoja'", explica a Redacción Médica Lorenzo Armenteros, especialista de Atención Primaria y portavoz de SEMG. 

De hecho, Armenteros está de acuerdo con los puntos recogidos por Raven y señala que en España todo esto ya se hace: "Sobre la abnegación, por ejemplo, eso que utiizan políticamente de dar las gracias muy efusivamente a los médicos por el esfuerzo no deja de ser una demagogia, porque se agradece el esfuerzo, pero no se toman medidas para corregir las deficiencias", señala. 

Armenteros también apunta a que un error muy común entre los políticos es centrarse en "hospitales y tecnología" y que esto ha pasado tanto en Reino Unido como en España: "Han olvidado los aspectors fundamentales que tiene la Atención Primaria, la prevención, la Medicina Comunitaria... Son aspectos fundamentales", afirma. 

"Las esperas altísimas en Urgencias lo estamos empezando a ver ahora en España", añade Armenteros. "El momento en el que falla la Atención Primaria y se suprime la capacidad resolutiva o la demanda es tan alta que no da lugar a abarcar la necesidad que genera la población; esta lo que hace es buscar una resolución y solo puede acudir a los hospitales y sobrecargar las Urgencias", explica el especialista. 

En cuanto al cansancio de los médicos, Armenteros señala que hay un cansancio "total" después de la pandemia. "Y un desanimo generalizado", añade. "Tenemos tres minutos con cada paciente y no paran de añadirnos funciones: Teledermatología, cribado de la depresión, cribado del suicidio, valorar los cribados para la violencia de género... Determinados trabajos que necesitaríamos mucho tiempo para poderlos hacer; pero, por otro lado, no se nos reduce la carga inútil: bajas laborales, certificados...", explica. "Si no hay más médicos, que al menos nos eliminen carga burocrática", pide. 

Sobre sindicatos y colegios oficiales, para Armenteros está claro que en España está pasando: "Forman parte de una burocracia administrativa que se va contagiando de una parálisis de pocos cambios. A vecesa sale algún sindicato... pero vemos que no hay una estrategia sindical", indica. "La inacción política la vemos cada día", añade el especialista de AP. "No entienden qué es la Atención Primaria y el valor que tiene. Y lo peor de todo es que no les importa que en una Sanidad pública, como la nuestra, donde el pilar básico tendría que ser AP, porque es el muro de contención hacia los hospitales, las Urgencias de estos, los que pueden desarrollar las actividades preventivas y el seguimiento de los pacientes crónicos...", señala. Son los médicos generales y de familia los que "hacen ese trabajo y nadie apuesta por ello". 

"La Sanidad española, ante lo que está pasando en Reino Unido, tendría que ponerse las pilas. Hacer un pacto nacional por la Sanidad. Pero un pacto que se salga fuera de toda la política, tiene que ser un acuerdo global. Algo así como los Pactos de La Moncloa por la Sanidad", comenta Armenteros. 

"La reflexión de Raven es muy interesante", señala. "Todo esto lo tenemos a la vuelta de la esquina", concluye Armenteros.