España es la sexta región europea con menor número de camas por cada 1.000 habitantes.
La reciente tensión hospitalaria vivida durante la pandemia ha puesto de manifiesto la necesidad de contar con un
número suficiente de camas hospitalarias para atender la demanda diaria y dotar de cierta flexibilidad a los hospitales para hacer frente a un aumento inesperado de la demanda. Sin embargo, tanto en el conjunto de la Unión Europea como en España,
el número de camas por habitante ha disminuido drásticamente en la última década. Un descenso que sitúa a
España como la sexta región europea con menor número de camas por habitante.
Según se desprende del último informe desarrollado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) junto a la Comisión Europa y titulado
‘Health at a Glance: Europe 2022. State of Health in the EU cycle’, España es actualmente el sexto país europeo con menor número de camas por habitante con
3 por cada 1.000 personas. Una ratio que a diferencia del resto de Europa apenas ha disminuido en la última década, ya que en
2010 había 3,1 estancias disponibles.
En concreto, solo
Holanda (2,9), Irlanda (2,9), Finlandia (2,8), Dinamarca (2,6) y Suecia (2,1) cuentan con menor cobertura que la sanidad española. España también se encuentra lejos de la media de los
25 países de la Unión Europea, la cual se sitúa en
5 camas por cada 1.000 habitantes.
Por el contrario,
Alemania, Bulgaria, Rumanía y Austria registran el número más alto con más de 7 camas por cada 1 000 habitantes, lo que supone un 40 por ciento más que la media de la UE.
Un descenso generalizado en Europa
Según se destaca en el informe, desde 2010, el número de camas de hospital per cápita ha disminuido en casi todos los países de la UE debido en parte al
creciente uso de hospitales de día y la reducción de la estancia media. En promedio, el número de camas de hospital por cada 1.000 habitantes se
redujo en un 9 por ciento entre 2010 y 2020.
La
mayor reducción se produjo en Finlandia, con una caída superior al 50 por ciento. Esta bajada de camas disponibles afectó principalmente, según la OCDE, a las camas de atención a largo plazo y de cuidados psiquiátricos. Además, la reestructuración de la infraestructura hospitalaria en últimos años en Finlandia ha centralizado una amplia gama de servicios en un pequeño número de universidades y hospitales importantes. Mientras que los hospitales más pequeños restantes brindan una gama más limitada de servicios.
El número de camas de hospital per cápita también se redujo sustancialmente en los Países Bajos, Suecia y Luxemburgo. En Luxemburgo, esta reducción fue impulsada principalmente por un fuerte crecimiento de la población, mientras que el número absoluto de camas se mantuvo bastante estable.
Mayores altas hospitalarias en regiones con más camas
La OCDE también ha detectado una vinculación entre el número de camas disponibles y la cantidad de altas realizadas. En concreto, aseguran que
hubo más en los tres países que tenían el mayor número de camas: Bulgaria, Alemania y Austria. Mientras que fueron
menos en los Países Bajos, Portugal, Italia y España.
“Estas variaciones en las estancias hospitalarias reflejan en gran medida diferencias en la oferta de camas, prácticas clínicas y sistemas de pago que podría proporcionar incentivos para que los hospitales fomenten el uso de camas”, reza el informe.
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