Investigadores británicos han detectado por primera vez ADN de la
viruela del mono en el aire de espacios del hospital distanciados de la habitación de aislamiento del paciente infectado, lo cual alimenta la teoría de que el virus puede mantenerse en suspensión en el aire o bien desplazarse a través de los aerosoles, los conductos de ventilación y el polvo. Evidentemente, también el
equipamiento y la vestimenta de los profesionales sanitarios que atienden a los afectados puede convertirse en un ‘vehículo’ de transmisión del patógeno, y de hecho, hasta nueve de cada diez trajes de protección individual quedan contaminados después de su uso.
En concreto, según recoge este
estudio sobre la presencia de la viruela del mono en el aire de los hospitales publicado en la revista
Medrxiv y no revisado por pares, el virus estaba presente en
66 de las 73 muestras analizadas procedentes tanto de la superficie de las habitaciones de los pacientes y las zonas de aislamiento como del equipamiento del personal sanitario. De hecho, también detectó el virus en las muestras realizadas en guantes, aunque únicamente en las puntas de los dedos.
Asimismo,
cinco de las 15 muestras de aire dieron positivo en ‘Monkeypox’. “Resulta significativo que tres de cada cuatro muestras de aire recogidas durante el
cambio de ropa de cama en la habitación del paciente fueran positivas”, subrayan los autores de la investigación, que recuerdan que en 2018 hubo sospechas de que un sanitario de Reino Unido se contagiara debido a su exposición a este virus mientras cambiaba este tipo de prendas.
Transmisión de la viruela del mono sin contacto
De forma paralela, los investigadores detectaron ADN de
‘Monkeypox’, declarado recientemente como emergencia internacional por la OMS, en el 93 por ciento de las muestras analizadas en la superficie de los baños de las habitaciones del paciente, incluso en algunas en las que no se había producido
ningún tipo de contacto. Posiblemente, este fenómeno se debe a la capacidad del virus de moverse a través de
gotas respiratorias o aerosoles.
“Después de que el personal del hospital se quitara el EPI, detectó ADN del virus en el suelo de la antesala utilizada para el desalojo”, continúa el informe.
En este sentido, indice en la “importancia de contar con un
equipo de protección respiratoria adecuado cuando se realicen actividades que puedan transmitir material infeccioso en entornos contaminados”, así como de una reforma de los protocolos de limpieza de las superficies para “mantener la seguridad del personal y evitar la posible transmisión”.
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