La nueva variante
Ómicron ha levantado desde su irrupción preocupaciones entre la comunidad científica y sanitaria por su posible evasión inmune extensa, una mayor transmisibilidad y su patogenicidad. Sin embargo, esta versión del
SARS-CoV-2 ha demostrado ser más 'torpe' a la hora de transmitirse célula a célula.
Así lo indica un estudio que, publicado en
BioRxiv y no revisado por pares
, ha utilizado organoides de las vías respiratorias y los alvéolos humanos para investigar la aptitud y el potencial replicativo de Ómicron en comparación con variantes anteriores del coronavirus. Este estudio reconoce que "
Ómicron se replica más rápidamente en las vías respiratorias y tiene un mejor estado físico en comparación con la variante anterior 614G y Delta".
Pese a esto, "
Ómicron no se replicó productivamente en células alveolares de tipo 2 humanas", apostillan los investigadores. Asimismo, explican que "mecánicamente, esta nueva variante no usa eficientemente el gen TMPRSS2 para ingresar o propagarse a través de la fusión célula-célula".
El estudio concluye que, en conjunto, "los datos muestran que Ómicron tiene un tropismo y un uso de proteasa alterados, lo que podría explicar su mayor transmisibilidad y menor patogenicidad".
El SARS-CoV-2 usa la proteína S para pasar de una célula a otra
El SARS-CoV-2 puede propagarse de una célula a otra mediante la fusión de células infectadas con células vecinas utilizando la proteína S, lo que lleva a la formación de grandes células sincitiales multinucleadas. Aún se está investigando la relevancia de esa propagación célula a célula, pero
se ha relacionado con la evasión de anticuerpos, diseminación del virus y patogenicidad.
Por otro lado, el estudio subraya también que la capacidad del SARS-CoV-2 para infectar
células alveolares tipo 2 (AT2) es un factor de virulencia importante para este virus, pero también para el
SARS-CoV y el MERS-CoV, ambos dependientes de TMPRSS2 para entrar. Por ello, es probable que la inflamación en los alvéolos desencadene una respuesta inflamatoria que, finalmente, haga que los inunde, lo que impide el intercambio de gases.
Asimismo, el estudio añade que las
células AT2 expresan el gen TMPRSS2 y la eliminación de la actividad de este reduce la patología tanto del SARS-CoV como del SARS-CoV-2 en animales. En este sentido, los investigadores señalan que, como Ómicron no usa TMPRSS2 de manera eficiente, han usado un modelo de organoide alveolar para evaluar si Ómicron podría infectar células AT2, mientras que Delta se replicó eficientemente en los cultivos de esas células.
Estas observaciones han sido confirmadas en organoides AT2 y respaldadas por microscopía confocal en el día cuatro después de la infección por el virus, lo que mostró una abundante infección para Delta pero no para Ómicron.
El impacto de Ómicron se atenúa en el tracto respiratorio
Dentro de este estudio se hace referencia a un ensayo llevado a cabo con hámsters, que muestra cómo
el impacto de Ómicron se atenúa tanto en el tracto respiratorio inferior como superior. Pese a que estos datos respaldan su creencia de que esta variante del covid es menos patógena, los investigadores no se explican "por qué se propaga de forma tan eficiente en humanos".
"Nuestros datos implican que los modelos de organoides humanos son adecuados para estudiar la patogenicidad y la aptitud vira, especialmente cuando se comparan variantes virales que se están adaptando a factores específicos del huésped humano", expresan los investigadores.
Las informaciones publicadas en Redacción Médica contienen afirmaciones, datos y declaraciones procedentes de instituciones oficiales y profesionales sanitarios. No obstante, ante cualquier duda relacionada con su salud, consulte con su especialista sanitario correspondiente.