La vicepresidenta y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño.
La sanidad se ha caído de la media española en la ejecución de las inversiones del
Plan de Recuperación activado por la crisis económica del Covid-19. El sector ha gastado ya
2.857 millones de euros correspondientes a los fondos europeos para diferentes programas de estímulo, lo que representa un
45 por ciento del dinero previsto por Bruselas. Aunque el volumen se ha incrementado en los últimos meses, la cifra se ha quedado ahora por debajo del conjunto de los sectores que se ha situado en un 46,3 por ciento.
El boletín de seguimiento publicado por Fedea ha mostrado un aumento del desembolso económico de
544 millones en comparación con la actualización difundida en el mes de abril. El refuerzo de fondos ha permitido elevar el porcentaje de ejecución que entonces se encontraba en un 36,4 por ciento. Sin embargo, en el primer trimestre el gasto sanitario sí que aventajaba en tres puntos porcentuales a
la media del conjunto de actividades.
La sanidad española se ha quedado enclavada como el
cuarto destino con mayor ejecución. La tabla la lidera el bloque de las
ayudas empresariales a diferentes sectores (turismo, comercio, industria, agricultura, cultura, automoción) que han activado ya
5.475 millones tras el fuerte incremento protagonizado en 2022. El gasto representa el 71,9 por ciento de los fondos previstos.
Le siguen en la clasificación las inversiones dedicadas a impulsar la
Educación, el fomento del empleo y la investigación que ha desplegado 5.002 millones hasta la fecha, lo que supone un 59,6 por ciento de su partida. Completa el pódium de gasto público el
programa de transición energética que ha completado 10.113 millones de los 18.666 incluidos en el Plan de Recuperación. Es un 54,2 por ciento.
En el otro lado de la balanza, la sanidad sí que ha mantenido su ventaja sobre otros sectores que siguen más rezagados. Es el caso del área de
digitalización y conectividad que ya ha materializado 5.565 millones de euros (34,9 por ciento), la partida de
infraestructuras ferroviarias que ha desplegado 2.029 millones (26,2 por ciento) o la de
agua y medio ambiente, que se ha quedado en 1.335 millones (25,9 por ciento).
El gasto en salud pública lastra la ejecución de los fondos
La desaceleración de las inversiones sanitarias del Plan de Recuperación se explica en parte por el retraso en la partida dirigida al refuerzo de la
salud pública y comunitaria. Estos programas han concentrado
apenas 71 millones en los últimos dos ejercicios, a pesar de que el presupuesto contempla un total de 565 millones.
Se trata de una realidad similar al proyecto de
servicios sociales y violencia de género. A pesar de que tiene adscrita la partida más numerosa con una inversión de 3.500 millones de euros, por el momento solo se han ejecutado 325, de los que apenas 25 corresponden a lo que va de 2022. La inversión más cuantiosa apenas se ha materializado en una
décima parte.
Sí que se ha resuelto por completo ya el dinero dedicado a la construcción de vivienda para alquiler social dotada con 1.000 millones que se han repartido a partes iguales entre los dos últimos ejercicios. Mientras que ya se han ejecutado 1.359 millones en la
adquisición de equipos sanitarios de alta tecnología, por encima incluso de los 1.282 previstos.
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