La relajación del IPC no frena la inflación sanitaria, con 6 meses al alza

La moderación del coste de los combustibles y la electricidad han dado un ligero respiro a los españoles, que sin embargo ven cómo sigue encareciendo su factura sanitaria. Según los datos ofrecidos por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el IPC vinculado a la salud aumentó el pasado en abril otro 0,2 por ciento, y son ya seis meses los que encadena el sector al alza.

El último informe relativo al Índice de Precios de Consumo fija en el 1,3 por ciento la inflación armonizada en sanidad, que se mantiene alejada de los niveles del IPC nacional (8,3 por ciento). El precio de los servicios y productos de salud mantiene la tendencia alcista iniciada el pasado octubre, aunque con variaciones mínimas que no superaron el 0,3 por ciento.

Este incremento de la ‘factura’ sanitaria se explica en parte con el encarecimiento de los productos farmacéuticos (cuyo coste se elevó entre marzo y abril un 0,2 por ciento) y los servicios sanitarios. Sin embargo, el precio resto de productos médicos experimentó el pasado mes una relajación del 0,7 por ciento.

¿En qué niveles se encuentra la inflación en España?

A nivel nacional, el Índice de Precios de Consumo (IPC) bajó un 0,2 por ciento en abril en relación al mes anterior y recortó su tasa interanual 1,5 puntos, hasta el 8,3 por ciento, por el abaratamiento de la electricidad y las gasolinas.

Estas cifras mejoran los datos adelantados por el organismo a finales del mes pasado, que apuntaban a una inflación interanual del 8,4 por ciento en abril y a una tasa mensual del -0,1 por ciento.

Pese a que el IPC sigue en niveles inusualmente elevados, este indicador no bajaba tanto en un solo mes desde hace más de 35 años, concretamente desde enero de 1987. El de abril es, además, el primer descenso que experimenta la inflación tras dos meses de fuertes ascensos, que llevaron al IPC a situarse en marzo en el 9,8%, su tasa más alta en casi 37 años.