Francisco José Sáez, portavoz del Foro de Médicos de Atención Primaria; Manuel Cascos, presidente de Satse, y Fernando García-Sala, presidente de Sepeap.
El pesimismo sobre el
proyecto de renovación de la Atención Primaria cunde sobre los profesionales sanitarios más numerosos del primer nivel asistencial. Pocos de ellos mantienen las esperanzas intactas ante la reunión de comunidades autónomas y Ministerio de Sanidad en el pleno del
Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud que debate esta tarde, de manera monográfica, el futuro de la Primaria.
"Es una desilusión", lamenta
Francisco José Sáez, vicepresidente primero de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) y portavoz del Foro de Médicos de Atención Primaria, que agrupa a las sociedades médicas de Familia y Pediatría, así como a la OMC, estudiantes (CEEM) y sindicatos.
Sáez: "Los médicos no hacemos más que observar cómo nuestros políticos nos dan una palmadita en la espalda"
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Sáez critica que, de las 35 aportaciones que los médicos hicieron al
documento que el ministerio llevaría al Interterritorial, apenas se han incluido algunos detalles pero no las referencias explícitas a
financiación y presupuesto. "Hay algún aspecto que ha mejorado (respecto a la anterior versión del documento), pero dudamos de que esto pueda llegar a hacerse si no hay dinero".
"Los
médicos no hacemos más que observar cómo nuestros políticos nos dan una palmadita en la espalda, nos dicen que la Atención Primaria es el eje del sistema y que somos muy importantes, y
creen que nos vamos a poner muy contentos con eso", ironiza, aventurando un posicionamiento del Foro este jueves, cuando se celebre el
Día de la Atención Primaria, "porque tenemos muchas dudas de que el texto se apruebe".
Sin financiación no hay reforma
Los
pediatras tampoco están conformes con el documento acordado en los grupos de trabajo para renovar la Atención Primaria porque no se recogen muchas de las propuestas que han ido haciendo en las sucesivas reuniones para elaborar la reforma de la 'puerta de entrada al SNS'.
Así lo explica a
Redacción Médica Cristóbal Coronel Rodríguez, representante de la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y de AP (Sepeap), que ha participado en el grupo de trabajo de los profesionales para la elaboración de este acuerdo. "Nosotros hacemos muchas propuestas, pero realmente en el borrador final no se contemplan. No creo que sea un
borrador consensuado con los profesionales", señala.
Por ejemplo, Coronel señala que no se recoge la
igualdad entre todas las comunidades autónomas respecto a las
retribuciones, ni la figura del
coordinador de Pediatría que habían pedido desde la especialidad.
En cuanto al
cupo de 1.000 personas asignadas, el documento añade un margen máximo del 10 por ciento, "todo ello respetando el marco de las relaciones laborales en cada ámbito". "Esta puntualización la hacen para cubrirse un poco las espaldas y para que las comunidades autónomas lo aprueben, pero nosotros habíamos dicho que esa cifra eran líneas rojas como cifra máxima aceptable, a partir de la cual habría que
poner en marcha mecanismos de económicos y administrativos para la dotación de nuevas plazas, pero eso no aparece", alega.
“Y sin dinero -prosigue-, poco se va a poder hacer. Me parece más una declaración de intenciones. Si se aprueba pero no va acompañado de recursos económicos plausibles, y no va con un compromiso de las comunidades autónomas de implementación a corto (2019), medio (2020) y largo plazo (2021), se queda en un ‘vamos a hacer’. La AP ya tiene muchos grupos de trabajo que hacemos el diagnóstico. Lo que hay que poner es el
tratamiento. Y eso pasa por dar más recursos, sobre todo dinero”. Por todo eso, apunta que los pediatras "no están conformes".
Enfermeros: "Es un gesto político"
Satse: "El plan del ministerio no contempla las acciones y recursos económicos y materiales necesarios"
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La
Enfermería también ha
mostrado su rechazo al considerar que este proyecto es "un gesto político propiciado por los
compromisos electorales". El Comité Ejecutivo Estatal del Sindicato de Enfermería, Satse, ha asegurado que
el plan de AP no responde "a las necesidades y demandas de los enfermeros, enfermeras y fisioterapeutas para mejorar la atención que prestan a los ciudadanos ni a lo que requiere con urgencia el Sistema Nacional de Salud a medio y largo plazo".
En la primera reunión del año del órgano de dirección del sindicato, los responsables estatales y autonómicos de la organización concluyeron que, en caso de que se apruebe finalmente, "el plan impulsado por el Ministerio de Sanidad
no propiciará la renovación de la Atención Primaria, ya que no contempla las acciones y recursos económicos y materiales necesarios que lo hagan posible".
Además de denunciar que no se han tenido en cuenta las propuestas de mejora planteadas, la organización apunta, como sus propuestas cómo establecer una dotación presupuestaria específica y
dotar a la consulta de Enfermería de mayor autonomía. "También tienen que
definirse ratios de enfermeros/as por número de usuarios, según criterios poblacionales y sociosanitarios, y
asignar un cupo propio a cada profesional y que los pacientes le tengan identificado en la
tarjeta sanitaria individual", han finalizado.
Rechazo de los sindicatos
Comisiones Obreras (CCOO), también ha denunciado el "progresivo deterioro" que este modelo sanitario ha venido sufriendo desde los últimos 15 años, el cual, tal y como ha recordado, no solo ha impedido su implantación sino que ha acentuado la
"deriva hospitalocentrista", enfocada en la atención a la demanda, olvidando otras actividades como la promoción, educación, prevención o mantenimiento y recuperación de la salud.
Además, en declaraciones de
Antonio Cabrera, secretario de la Federación Estatal de Sanidad de CCOO, el documento, para el que no se ha contado con los sindicatos de clase; es "papel mojado" y su finalidad responde a intereses electoralistas.
El sindicato considera "imprescindible" la implantación de una vez por todas de la
especialidad de Enfermería Familiar y Comunitaria; la potenciación y ampliación de la capacidad resolutiva de sus profesionales; la actualización de las unidades de apoyo; la mejora de la coordinación entre los diferentes niveles, incluida la Salud Pública, solución "definitiva" al problema del
transporte del personal en la atención a domicilio; así como la distribución racional de los cupos que permitan una asistencia de calidad con una estimación mínima de los tiempos de consulta.
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