La reforma de pensiones condenará el gasto en una sanidad con más crónicos

Los expertos económicos han puesto cifras a la ‘cara B’ de la reforma de las pensiones que el Ministerio de Seguridad Social ya ha dejado cerrada tanto con sus socios parlamentarios como con la Comisión Europea. Un informe de Fedea ha advertido que el nuevo modelo del sistema de la jubilación provocará un incremento del déficit público en las próximas décadas, lo que se traducirá en que áreas como la sanidad cuenten con “poco margen” para financiar su gasto.

El documento, firmado por el doctor en Economía Ángel De La Fuente, ha advertido que los cambios provocarán que para el año 2050 las arcas públicas deberán inyectar “recursos extra” a la Seguridad Social por valor de 4,5 puntos del PIB para poder financiar el sistema de pensiones. Este desembolso corresponde con un 60 por ciento del dinero que se recauda actualmente a través del IRPF en España.

Con estas cifras en la mano, el autor del informe ha vaticinado que el esfuerzo económico para mantener las pensiones golpeará a otras áreas públicas. “Tal presión dejará poco margen para financiar un mayor gasto en casi cualquier otra cosa, incluyendo sanidad y dependencia, con necesidades rápidamente crecientes debido al rápido envejecimiento de la población”, ha reflexionado.

El estudio ha tenido en cuenta todos los aspectos nuevos que incorpora la reforma de las pensiones, tanto aquellos que incrementarán el gasto como los que mejorarán los ingresos. Una de las claves que agrandarán el agujero de las pensiones es la decisión de actualizarlas de acuerdo a la evolución de la inflación, algo que ya ha comenzado a aplicarse este año. Según los cálculos de Fedea, esta medida provocará un aumento de la factura de entre 3,8 y 4,7 puntos del PIB, dependiendo de las previsiones de inmigración utilizadas.

A la ecuación hay que sumar también el impacto de elevar el periodo de cálculo de las pensiones desde los 25 hasta los 29 años de actividad con un descarte de los los 24 meses con peor cotización acumulada. “Claramente, la medida sólo puede incrementar el gasto en relación con el modelo actual, pues sólo optarán por el período ampliado de cómputo aquellos que obtengan una mayor pensión con esta opción”, han subrayado.

Aumento de las cotizaciones a la Seguridad Social

En el otro lado de la balanza, sí que hay algunas iniciativas que engrosarán las arcas de la Seguridad Social. Es el caso del aumento de las bases máximas de cotización que se elevarán un 38 por ciento de aquí al año 2050, la introducción de una nueva cuota de solidaridad para los salarios más altos o el aumento de la cotización extraordinaria ligada al Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI). Entre las tres, tendrán un impacto positivo del 0,68 por ciento.

En el capítulo de nuevos ingresos, también figuran otras iniciativas adicionales impulsadas por el Gobierno como la reforma del sistema de cotización de los autónomos o la introducción de incentivos para la prolongación de la vida laboral. Aunque no se espera que reporten un alto volumen de dinero. “Ambas medidas tienen impactos inciertos y difíciles de estimar, pero me inclino a pensar que ninguno de ellos generará ahorros significativos a largo plazo”, reza el informe. 

A esta balanza de gastos e ingresos, hay que sumar también el déficit que ya arrastra la Seguridad Social, cifrado en unos 16.600 millones de euros, lo que representa el 1,3 por ciento del PIB. Pero que tenderá a aumentar como resultado del “rápido proceso de envejecimiento” que esta atravesando España y que se acentuará en las próximas dos décadas.

“Parece claro que el déficit básico del sistema (antes de transferencias del Estado), que ya es significativo en la actualidad, aumentará rápidamente durante las próximas décadas, lo que exigirá cuantiosas y crecientes aportaciones de recursos generales que podrían dejar poco margen para otras prioridades”, ha concluido Fedea.