Exteriores de la sede de la OCDE en París.
España es uno de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (
OCDE) que menos incentiva a los mayores de 65 años del Sistema Nacional de Salud (
SNS) para que sigan trabajando tras la edad de
jubilación, según el informe
Pensions at a glance 2017 del organismo económico internacional. Esto se debe a que en nuestro país los
sanitarios que deciden seguir desarrollando su profesión más allá de su retiro laboral
sólo tienen derecho a cobrar el 50 por ciento de su pensión.
De acuerdo con el informe, España tiene un grave problema con el
envejecimiento de la población, que se ve agravado por el hecho de que es uno de los países de la OCDE donde los
pensionistas cobran durante más años la pensión, sólo superada por Bélgica, Italia y Francia.
En España solo un 5% de los trabajadores opta por prolongar su vida laboral más allá de su edad de hubilación
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De esta forma, desde el organismo económico internacional apuntan que,
de eliminar la restricción y permitir que los trabajadores sanitarios cobrasen el 100 por cien de la pensión mientras siguen trabajando, se podrían mejorar las perspectivas económicas de los próximos años, puesto que aumentaría el número de personas que siguen aportando sus cotizaciones laborales a la financiación del Estado del bienestar.
Debido a estas circunstancias desalentadoras,
en España solo un 5 por ciento de los trabajadores opta por prolongar su vida laboral más allá de su edad de jubilación, lo que para la OCDE supone desaprovechar la capacidad de trabajo si se tiene en cuenta que nuestro país es uno de los que mayor esperanza de vida tiene entre las naciones desarrolladas.
Un sistema que desincentiva el trabajo de los jubilados
Además de ver reducida su pensión a la mitad
si deciden seguir trabajando, existen
múltiples condicionantes que desincentivan a los jubilados españoles para que prolonguen su vida laboral más allá de los 67 años.
Uno de los más importantes es el
crecimiento que experimentan las pensiones con respecto a los sueldos, ya que los ingresos de la franja de 60-44 años ha crecido un 30 por ciento más en la última década que los de las personas que se encuentran entre los 30 y los 35 años.
Estas circunstancias se ven
agravadas por la poca cultura de contratación de planes privados que existe entre los trabajadores nacionales. Y es que en España la tasa pública de sustitución, es decir, el indicador de cómo un sistema de pensiones consigue o no su objetivo de proporcionar unos ingresos adecuados en el momento de la jubilación respecto a la retribución que el trabajador tenía cuando estaba activo, es del 81 por ciento, mientras que la media en la OCDE es del 42 por ciento, al que se suma un 21 por ciento que viene de los planes de pensiones privados.
Por estos motivos,
desde la OCDE recomiendan al Gobierno español abordar las reformas necesarias para que el sistema de pensiones sostenible en el futuro, como la que entró en vigor el pasado 1 de enero para los autónomos con más de 10 trabajadores a su cargo, que les permite cobrar la totalidad de su pensión y seguir al frente de su negocio.
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