La mortalidad se acelera por la última ola de calor de agosto

La segunda de las dos olas de calor que sufrió agosto y que tiñó los mapas meteorológicos peninsulares de rojo, con temperaturas entre los 40 y los 50 grados centígrados en diversos puntos del territorio español, contribuyó, finalmente, a acelerar el índice de mortalidad en el país, que este 2023 ya supera los datos atribuibles a temperaturas recogidos en todo 2022, de acuerdo a la información del sistema de monitorización de la mortalidad diaria por todas las causas (MoMo), del Ministerio de Ciencia e Innovación.

Si bien las cifras a 23 de agosto reflejaban una caída del número de muertes por temperaturas de un año a otro, esta última ola de calor, la tercera del verano, ha cambiado radicalmente la estadística: en la última semana de agosto, el MoMo ha contabilizado 864 decesos, casi el doble de los registrados en las tres primeras, que sumaron 996, hasta alcanzar, a día 29, los 1.860 fallecimientos atribuibles a temperaturas, un 16,1 por ciento más que los 1.602 a 30 de agosto de 2022. A pesar de ello, febrero, con 2.068, sigue siendo el mes de este año con más decesos por esta causa.

La cifra del octavo mes de este año, además, hace que el número muertes por temperaturas acumulado en lo que va de 2023 se eleve a 6.489 y supere en un 13,07 por ciento los 5.739 de 2022 hasta la misma fecha. Pero es que, como ya se ha apuntado, a falta de cuatro meses para que acabe el año, también se ha rebasado ya, en este caso en un 16,6 por ciento, el número decesos atribuibles a la misma causa con el que se cerró el año pasado, 5.876.

En el balance general de fallecimientos por todas las causas el panorama cambia: el MoMo contabiliza 291.159 muertes entre el 1 de enero y el 29 de agosto, apenas un 3,2 por ciento menos que las 318.157 registradas hasta el 30 de agosto de 2022.

El balance interanual de muertes entre julio y agosto sí se mantiene a la baja

A pesar del incremento de las defunciones por el calor en agosto, el balance interanual sumando este mes y julio, los más cálidos del verano, sigue reflejando una caída de la mortalidad en el último año. De los 2.832 fallecimientos registrados entre ambos meses en 2022, se ha pasado a 2.539, un 10,35 por ciento menos. A ello ha contribuido enormemente la gran caída del 69,5 por ciento de la mortalidad por temperaturas en julio.