Redacción. Madrid
El progresivo envejecimiento de la población española tiene cada vez más efectos en la vida de los españoles…y también en su muerte. Según los datos de 2011 ofrecidos por el Ministerio de Sanidad en el informe ‘Patrones de la mortalidad en España’, varias enfermedades estrechamente ligadas a la cronicidad son las causas de fallecimiento que más han crecido desde el año 2001.
A pesar de que las cifras brutas aumentan respecto al año 2010 debido al aumento de población, cuando se tiene en cuenta el número de muertes por cada 100.000 habitantes, la tendencia es francamente positiva. En concreto, la mejora está cifrada en casi un 20 por ciento en el total de fallecimientos que se va a un 26 en el caso de las enfermedades cardiovasculares e incluso un 46 en las patologías de carácter crónico en las vías respiratorias.
Los buenos datos son tónica general dentro del listado de principales motivos por los que se produce la muerte. De hecho, solo cuatro de las quince enfermedades más letales en nuestro país se han hecho más fuertes durante la primera década del siglo XXI, estando todas ellas relacionadas con el hecho de contar con una población cada vez mayor. Por encima de todas ellas destaca la hipertensión, cuya mortalidad se ha incrementado más de un 32 por ciento. En términos similares (31%) está el alzheimer, mientras que tanto el párkinson como las enfermedades vasculointestinales han causado un 22 por ciento más de fallecimientos.
En total, en nuestro país se produjeron un total de 387.911 defunciones, superando en casi 6.000 casos el registro del año anterior y estableciendo un nuevo tope estadístico. Entre las causas destacan, como viene siendo habitual, el cáncer y las enfermedades del corazón, que copan prácticamente la mitad del total (27 y 20 por ciento, respectivamente). Completan los cinco primeros puestos de esta macabra lista los accidentes cerebrovasculares (7,1 por ciento), seguidos de las enfermedades respiratorias crónicas (4,1) y el alzheimer (3,1).
Tabaco y alcohol
La relación entre fallecimientos y consumo de tabaco o alcohol se mantiene en términos similares a los obtenidos con anterioridad. Así, si bien el número de muertes relacionadas con el hecho de ser fumador han descendido en 1.000 casos (se quedan en 106.409), las atribuidas directamente al uso de cigarrillos ha experimentado un ligero ascenso para superar la barrera de las 21.000. En cuanto al alcohol, los parámetros permanecen prácticamente iguales tanto si beber es causa directa o indirecta del fallecimiento (1.804 y 23.403, respectivamente).
ENLACES RELACIONADOS:
Informe 'Patrones de mortalidad en España, 2011'
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