La mascarilla seguirá siendo obligatoria en el interior de los hospitales

Los técnicos de la Ponencia de Alertas y Planes de Preparación y Respuesta del Ministerio de Sanidad proponen que cualquier cambio en las normas de uso de mascarillas entre en vigor después de la Semana Santa de 2022, según un documento ministerial al que ha tenido acceso Redacción Médica. En cualquier caso, e independientemente de cuándo se elimine el uso de la mascarilla en espacios interiores como ya viene insinuando el propio Gobierno, la Ponencia de Alertas recomienda su uso obligatorio en hospitales y centros de salud.

En concreto, los expertos defienden su uso obligado en trabajadores y visitantes de centros asistenciales y personas ingresadas cuando estén en espacios compartidos fuera de su habitación, trabajadores y visitantes en zonas compartidas en centros socio-sanitarios y medios de transporte.

En al ámbito escolar, los técnicos de Sanidad apuestan por no utilizarla, y sugieren uno “uso responsable” en población vulnerable en cualquier situación en la que tenga contacto prolongado con personas a distancia menor de 1,5 metros, profesores con factores de vulnerabilidad; en el ámbito laboral, siempre que el trabajo deba realizarse a distancia interpersonal de menos de 1,5 metros y no pueda garantizarse la ventilación adecuada del espacio; y en el entorno familiar, las reuniones de amigos y celebraciones privadas.

De igual manera, un uso responsable de la mascarilla sería deseable en espacios cerrados de uso público en los que las personas transitan como los comercios (centros comerciales, supermercados o pequeño comercio);espacios cerrados en los que las personas permanecen tiempo sin comer ni beber (cines, teatros, salas de conciertos, museos, etc.) y en espacios cerrados en los que las personas permanecen un tiempo comiendo y bebiendo (bares, restaurantes, locales de ocio nocturno…).

Según el documento de la propuesta de la Ponencia de Alertas, el uso de mascarilla reduce la emisión de aerosoles generados al respirar, hablar, gritar, toser o estornudar y es eficaz para reducir el riesgo de transmisión de virus respiratorios. Además, “se complementa con otra serie de medidas no farmacológicas como el distanciamiento físico, higiene de manos, ventilación y etiqueta respiratoria”.

También ayuda a reducir el miedo a los contagios y al retorno a las actividades normales y pone en valor que, en España, “la adherencia al uso de la mascarilla ha sido muy alta a lo largo de la pandemia”. “Ha tenido muchos beneficios, también ha tenido algunos efectos negativos, entre otras cosas, reduce la capacidad de comunicarse y de tener una interacción adecuada con otras personas”.

Mientras la Ponencia de Vacunas recomienda extender el uso obligatorio de la mascarilla en espacios interiores de manera obligatoria hasta después de la Semana Santa, desde el Gobierno de España y el propio Ministerio de Sanidad se sondea firmemente suprimir este imperativo antes de las fiestas.

Así lo confirman autoridades sanitarias a Redacción Médica, que sostienen que la flexibilización de esta medida no cuenta con el consenso a nivel autonómico ni de los propios técnicos de la Ponencia de Alertas, por lo que todavía no hay una decisión firme y se sigue a la espera del informe correspondiente de los asesores.

No obstante, en caso de aprobación, esta herramienta de protección frente al Covid-19 sí que seguirá siendo utilizada por personas vulnerables y en aquellos espacios con aglomeraciones como el transporte público.