El
Covid-19 sigue causando miles de contagios y muertes por todo el mundo. Desde la aparición de la nueva
variante Ómicron, la situación epidemiológica ha empeorado a nivel global pese a que la vacunación contra el coronavirus ha frenado en gran medida los casos más graves por
SARS-CoV-2. Una resistencia que, según un estudio publicado en
MedRxiv, se agudiza cuando el individuo cumple con la pauta completa de vacunación y ha superado la infección después de tres meses desde la última inoculación.
Actualmente, pueden encontrarse muchas formas de
inmunidad frente al virus SARS-CoV-2. Además de las diferentes vacunas contra el Covid-19, también se puede combatir la infección a partir de los
anticuerpos generados tras el contagio. Sin embargo, estas defensas actúan diferente según qué variante propicie la infección. Científicos de la Agencia Japonesa para la Investigación y el Desarrollo Médico (AMED) han publicado cómo resiste el virus en individuos con diferentes antecedentes inmunitarios.
Así, han abordado cómo afecta la variante Ómicron a la población en función de su grado de inmunidad, bien sea por haber recibido una o todas las dosis de las
vacunas covid o por haber superado la infección. La combinación de ambas y el tiempo transcurrido entre una y otra, advierte el estudio, determina el nivel de neutralización frente a esta cepa. En concreto, los expertos determinan que debe transcurrir un
mínimo de tres meses entre a vacunación y el contagio para que esta combinación sea aún más eficaz contra la última variante del Covid-19.
Para ello, recogieron una muestra de sangre de aquellos vacunados con inyecciones de ARN mensajero y contagiados por la cepa Alfa, Delta, Beta y Ómicron después de haber sido vacunados y concluyeron que hay una
mayor resistencia al virus en aquellos que se han contagiado y además cuentan con la
pauta completa de vacunación.
Los intervalos más largos entre la vacunación y la infección mejoran la resistencia contra Ómicron
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Según el citado estudio, el hecho de
estar vacunados no es suficiente para resistir a la nueva variante del Covid-19. Los expertos afirman que el
tiempo entre la vacunación y la infección es una variable a tener en cuenta si el individuo se ha contagiado de Ómicron, ya que hay una “correlación significativa” entre la magnitud y la potencia de anticuerpos. Cuando mayor es ésta, mayor es también la resistencia a la última cepa, estableciendo un periodo mínimo de tres meses.
Cabe recordar que Ómicron es una variante que cuenta con
casi medio centenar de mutaciones y, en consecuencia, puede evadir con mayor facilidad la inmunidad generada por las vacunas y las infecciones previas. En esta investigación, los autores demuestran que los
intervalos más largos entre la vacunación y la infección mejoran la resistencia contra la
variante Ómicron. Por ello, sugieren que “los intervalos más largos entre el contagio y el refuerzo podrían ser favorables para mejorar la potencia y la amplitud de los anticuerpos neutralizantes contra el SARS-CoV-2”.
Nuevas vacunas covid contra Ómicron
Los investigadores concluyen que la inmunidad de la población se está volviendo cada vez más diversa y compleja contra Ómicron y las futuras variantes. Por lo tanto, reclaman un “enfoque personalizado y cauteloso” para comprender este aspecto y advierten de la
necesidad de seguir desarrollando vacunas de nueva generación que hagan frente a otras variantes.
“La inmunización de refuerzo con una vacuna de ARNm brinda un aumento significativo en la protección contra enfermedades leves y graves, pero aún es menos eficaz que la inmunización para otras variantes, lo que destaca la necesidad de desarrollar
vacunas de nueva generación”, señalan.
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