La falta de urgencia del Estatuto Marco lo condena a la próxima legislatura

Tras más de ocho meses de negociaciones para llevar a cabo la reforma del Estatuto Marco, el proyecto ha quedado paralizado por el adelanto electoral. Tal como anunció el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se celebrarán los comicios el próximo 23 de julio y no a finales de año, como estaba previsto, por lo que el lanzamiento del nuevo Estatuto tendría grandes dificultades para seguir adelante.

Desde las organizaciones sindicales, piedras angulares de esta nueva reforma, dan por perdida la tramitación del borrador en el que llevan cerca de un año trabajando. “Cuando se disuelvan las Cortes, no hay tramitaciones parlamentarias. Y como esta reforma tiene que pasar por el trámite parlamentario, ya se quita esa posibilidad”, explica a Redacción Médica Jesús Jordán, responsable de Políticas Públicas y Empleo de la FSS-CCOO.

“Lo único que pueden entrar serían reales decretos de urgente necesidad o cosas excepcionales y yo entiendo que esto no se considera”, comenta. Desde UGT y Central Sindical Independiente de Funcionarios (CSIF), los otros dos ‘brazos fuertes’ de la negociación, también lamentan que no se haya podido culminar la reforma. Fernando Hontangas, presidente del área de Sanidad de CSIF, explica que, aunque no tienen la confirmación oficial de que no se llevará a cabo la tramitación, casi dan por seguro que caerá por el adelanto.

Desde el ámbito sindical esperan que cuando pasen las elecciones retomen las negociaciones, que se daban casi por concluidas. De esta manera, desde CCOO comentan que esperan que con el nuevo equipo de gobierno, “o con este si sigue en funciones” se seguirá trabajando para cerrar el documento”. “Cuando se vuelvan a constituir las Cortes esperamos enviarlo para que se inicie el proceso parlamentario”, comenta Jordán.

Negociación tras las elecciones

Desde UGT también mantienen esa posición y aseguran que para su organización la reforma “sigue siendo una prioridad y trabajarán con la misma intensidad” que hasta el momento. “Se negociará, como es su deber, con el gobierno que salga de las urnas, como siempre se hace”, aseguran fuentes de la organización.

Asimismo, desde CCOO recuerdan que el Gobierno se comprometió a realizar la reforma del Estatuto Marco en el momento en el que se negoció la eliminación del término ‘eventual’ de la norma. “Apareció publicado que el compromiso era terminar con la actualización del Estatuto Marco”, recuerda Jesús Jordán, que asegura que “casi lo tenían finalizado” y que entienden que “el nuevo proceso se debería finalizar”.

El junio del año pasado sindicatos y Gobierno ya llegaron a un primer acuerdo por el que reformaron el artículo 9 del Estatuto Marco. Este cambio fue el referido al término ‘eventual’, con el objetivo de limitar los contratos temporales en el Sistema Nacional de Salud (SNS). Tras el acuerdo, se mantuvo la revisión del resto del texto, que tenía previsto un borrador final para esta fecha, a falta de una reunión final.

La última reunión, celebrada el pasado mes de abril, terminó con los sindicatos levantándose de la mesa. Desde las organizaciones sindicales comentaron que el texto final presentado por el Ejecutivo “no reflejaban las peticiones que han realizado durante el proceso de negociación”.

Puntos clave de la reforma del Estatuto Marco

Esta última reunión iba a abordar la comentada reclasificación profesional del personal sanitario. Según explicaron los sindicatos este texto presentado "no contemplaba la reclasificación". "Aun así, pidieron esperar a que esté el texto final", confirmaron desde los sindicatos.

Un ‘sonado’ tema que derivó de este primer texto final fue la propuesta de aumentar la exención de guardias médicas hasta los 60 años, cuando la edad actual es de 55 años. Desde Sanidad se planteó como medida “a valorar” este retraso de la edad "sin pérdida retributiva". El organismo justificó esta propuesta “teniendo en cuenta que han elevado la edad de jubilación en el artículo 26 a los 70 años".

La respuesta desde los sindicatos y médicos a esta medida fue un rechazo férreo. Los sindicatos lo tiladaron desde el primer momento como “inadmisible” mientras que las redes sociales recogieron multitud de reacciones de facultativos que se oponen a esta medida.