La demanda de empleo de médicos de Familia extranjeros cayó un 28% en 2021

España necesita contratar médicos para hacer frente a la falta de profesionales, muy acuciada en especialidades como la de Medicina de Familia. Es por eso que desde nuestro país se han venido haciendo esfuerzos para atraer talento desde fuera de nuestras fronteras, por ejemplo, ampliando el cupo para extracomunitarios en la última convocatoria del MIR. También son cada vez más las comunidades autónomas que reclaman al Ministerio de Sanidad agilizar el proceso de la homologación de sus títulos para que puedan ejercer.

A pesar de ello, los últimos datos del Servicio Público de Empleo Estatal, recogidos en el Informe del Mercado de Trabajo de los Extranjeros Estatal, revelan que el número de contratos en Medicina de Familia cayó en 2021 respecto al 2020. En concreto, lo hizo un 0,47 por ciento, lo que sitúa en 5.699 los contratos alcanzados el año pasado. Sin embargo, en 2021 la demanda de empleo también cae un 27,88 por ciento respecto al 2020.

En esta especialidad, y según los últimos datos, el 32,82 por ciento de los profesionales son extranjeros. Y a pesar del descenso de las contrataciones, el mismo informe revela que Medicina de Familia es una de las ocupaciones más solicitadas de España por parte de los demandantes de empleo extranjeros, con 194 solicitudes. Esto implica que el 16,67 por ciento de las demandas laborales son de personas cuyo origen está fuera de nuestras fronteras. 

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En 2021, la demanda de empleo cae un 27,88 por ciento respecto al 2020 en Medicina de Familia

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No obstante, esta diferencia es aún más notoria en el apartado que el informe denomina “otros médicos especialistas”. En este ámbito, el ritmo de contratación cae un 4,89 por ciento en un año, alcanzado los 9.407 nuevos puestos de trabajo. En este apartado, el 32,82 por ciento de los profesionales provienen de fuera de España.

En España, por lo general, los datos de variación 2021/2020 del informe marcan un incremento del número de contratos en casi todas las ocupaciones, a excepción de los dos ámbitos señalados anteriormente, así como en otros ámbitos como los de empleados de casas de empeño y de préstamos, pescadores de altura, trabajadores conserveros de frutas y hortalizas, y peones agrícolas.

En un reciente reportaje de Redacción Médica, los médicos extranjeros relatan su sentir ante la odisea del proceso de la homologación de su título y que sea reconocido por el sistema español. Dos facultativas de forma anónima y para evitar posibles problemas relatan a este diario cómo está siendo su proceso y cómo se sienten ante la imposibilidad de ejercer y poner en práctica los conocimientos que ostentan por su formación.

En una clínica privada de Castilla-La Mancha trabaja Rebeca (prefiere no desvelar su nombre real), una médica cubana que lleva seis meses en España. "Me han contratado como auxiliar recepcionista. Me encargo de llevar las agendas y ayudo en otra serie de tareas. La clínica estaba buscando a una persona con conocimientos médicos", explica. Rebeca se siente útil porque "puedo dar información sanitaria a las personas que llaman y mis compañeros, sabiendo que soy médica, me comentan algunos casos de los pacientes y eso me gusta mucho". No obstante, la facultativa lamenta que "me pagan muy poco, aunque al menos trabajo en la rama de la Medicina".

Por su parte, Olivia (prefiere no desvelar su nombre real) es rusa y desde hace tres meses trabaja como auxiliar en una clínica privada en Barcelona. "Hace dos años que terminé la universidad, me vine a España y llevo un año y nueve meses en el proceso de homologación de mi título". Durante este tiempo también ha trabajado como traductora en una consulta que recibía la visita de pacientes rusos, aunque con el estallido de la guerra dejaron de venir y la clínica cerró.

Por otro lado, hace tan solo unos días el Ministerio de Universidades ha cerrado la puerta a hacer una excepción para acelerar las homologaciones de los títulos de los médicos que han cursado sus estudios en el extranjero. El equipo de Joan Subirats preparará las acreditaciones de acuerdo al “riguroso orden de entrada”, sin conceder excepciones por la carencia de facultativos. Un paso a un lado que se produce a las puertas de una manifestación frente a su sede del colectivo de extracomunitarios.

Fuentes de la cartera han explicado a Redacción Médica que se ceñirán a la Ley de Procedimiento Administrativo de las Administraciones Públicas del año 2015 para fijar el calendario de los expedientes de los médicos de fuera de nuestras fronteras. Únicamente se contempla alguna variación por una “orden motivada” como la “excepción hecha durante la pandemia por la necesidad de profesionales sanitarios”.

Este punto de vista choca con los planes del Ministerio de Sanidad que sí que quiere priorizar las homologaciones de títulos en las cinco ramas más deficitarias. Familia, Anestesiología, Psiquiatría, Radiodiagnóstico y Medicina del Trabajo ya se han colocado como las claves para reforzar el Sistema Nacional de Salud. Aunque el equipo de Subirats ha recordado que no forma parte de sus cometidos: “Cabe recordar que el Ministerio de Universidades no tiene competencia para las homologaciones de las especialidades en Medicina”, han apuntado.