La mutualidad explica que la implantación iba a comenzar en enero pero que la paralización del concierto lo ha frenado

La crisis de Muface ‘golpea’ los planes de la receta electrónica concertada
Fachada de Muface


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Toda crisis tiene sus consecuencias. Y la de Muface no solo ha dejado daños colaterales (uno de sus ‘hermanos’, Mugeju, perdió a la mitad de sus aseguradoras), sino que continúa sembrando incógnitas de cara al futuro del modelo. Una de ellas se refiere a la implantación de la receta concertada digital por todo el territorio, uno de los propósitos de Muface para este 2025 que pretende convertirse en realidad a finales de año. Aunque el proceso, como han señalado fuentes de la propia mutualidad a Redacción Médica, ya va con retraso.

La expansión de esta receta concertada por todo el país iba a comenzar el pasado enero. Así lo explican fuentes de Muface consultadas por este periódico días después de que la Dirección General de la mutualidad avanzase en su Consejo el objetivo de este año.

Todo el proceso se ha frenado porque el concierto ha estado paralizado durante varios meses”, apuntan desde la mutualidad. A ello, además, añaden: “Había una previsión, ya teníamos planificada la implantación en varias comunidades autónomas, pero todo se ha quedado descolocado”. Esos retrasos, de hecho, han provocado una demora de más de tres meses que podría ser determinante en los planes de Muface. Aunque mantienen una fecha para que este proceso culmine su expansión: entre diciembre de 2025 y enero de 2026.

La tasa de implantación de la receta electrónica concertada en Muface


Han pasado más de seis meses desde que la crisis sin precedentes de Muface diese comienzo. Hay que remontarse al 2 de octubre para comenzar a trazar el primer parón en las negociaciones del futuro del concierto sanitario. Desde entonces se han sucedido tres licitaciones (la primera, desierta; la segunda, paralizada; y la tercera se saldó con la pérdida de una aseguradora), varias protestas, cartas de despedida (y de bienvenida) y tres prórrogas del último contrato (que ha estado en vigor de 2022 a 2024).

Con todo ello, además, en la recta final de este trance histórico ha llegado la primera fase del ‘Spending Review 2022-2026’ de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef). El documento, que comenzó a elaborarse a finales de 2021 como un encargo del Gobierno, analiza la eficacia y eficiencia de los sistemas de mutualidades en España (Muface, Mugeju e Isfas). Y los resultados no son favorables.

Ese mismo informe, además, analiza la tasa de implantación de la receta concertada electrónica en las cinco comunidades en las que está disponible. Y los datos, de nuevo, concluyen un mal pronóstico.

Tal y como adelantó Redacción Médica hace unos días, la expansión de la receta electrónica en el modelo de asistencia sanitaria privada de Muface choca con su tasa de implantación en los últimos años. Tanto que, a día de hoy, Cantabria es la comunidad autónoma con mayores cifras, con un 71,6 por ciento, muy lejos de La Rioja, que ostenta un 9,3 por ciento.

De hecho, de las cinco comunidades donde este sistema ya está implantado, el territorio cántabro es el único que presenta datos favorables. En este sentido, además, cabe señalar que fue la primera comunidad en la que comenzó el proyecto piloto de la receta electrónica concertada de Muface en 2020. “Avanza a un ritmo lento”, remata el informe de la Airef sobre este proceso, que enfrenta estas cifras a la receta electrónica en el modelo de sanidad público, donde se encuentra implantado en su totalidad.

Muface apunta a asegurar su futuro durante tres años


A pesar del informe de la Airef, en el que se propone derivar a los nuevos funcionarios al Sistema Nacional de Salud (SNS), y la desaparición progresiva de Muface, la mutualidad sigue adelante. El futuro de la asistencia sanitaria privada del nuevo concierto apunta a su continuidad al menos hasta 2027, cuando finalice el contrato que aún está por firmarse.

La Dirección General de Muface, en su Consejo General celebrado el pasado mes de marzo, adelantó que el Gobierno iba a hacer una nueva modificación en la orden de prórroga del concierto sanitario (la tercera en tres meses) para que los mutualistas tengan su asistencia sanitaria garantizada hasta finales de abril. Este movimiento, como explicaron fuentes sindicales presentes en la reunión a este periódico, es consecuencia del retraso en los procesos administrativos de la firma del nuevo contrato.

Por tanto, la prórroga durará todo el mes de abril, con el objetivo de que los nuevos conciertos, tanto el de asistencia sanitaria en el extranjero como el de territorio nacional, entren en vigor el 1 de mayo. Todo ello con un monto de 126 millones de euros, insuficiente para este periodo, como desveló Redacción Médica. Además, la rúbrica del nuevo convenio será, previsiblemente, tras la Semana Santa.

Mientras, el mutualismo continúa en vilo. De hecho, los funcionarios públicos ya temen una nueva crisis en 2027. Otros, más pesimistas, fechan para entonces la muerte de Muface. No obstante, hasta entonces aún quedan tres años, un contrato y varias incógnitas por resolver, como el futuro de la receta concertada electrónica.
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