María Morán, presidenta de la Asociación Nacional de Investigadores Hospitalarios (ANIH).
No todo lo que se investiga en España acaba plasmado en el papel. De hecho, los investigadores nacionales se muestran reacios a publicar un estudio cuando los resultados de la hipótesis no son positivos, tal y como advertía un reciente estudio realizado por el Instituto de Investigación Sanitaria de la
Fundación Jiménez Díaz (IIS-FJD). El problema radica en la falta de interés de las plataformas de publicación. A pesar de suponer una valiosa aportación en el avance de concomiento, este tipo de datos, "no interesan tanto a las revistas científicas", según explica
María Morán, presidenta de la Asociación Nacional de Investigadores Hospitalarios (
ANIH).
Ante el
hallazgo de resultados positivos, “uno puede lograr un mayor impacto en revistas de prestigio y tener más facilidades a la hora de solicitar financiación”, asegura la investigadora, al hablar de la presión que tienen estos profesionales por mantenerse competitivos "en esta especie de '
Juegos del Hambre'" que supone conseguir subvención en ciertos proyectos científicos. Razón por la que el investigador "
no invertirá un gran esfuerzo en publicar algo que le va a costar un tiempo que
no siempre compensa”, puntualiza la investigadora. "Aunque se realice un estudio bien diseño, en muchos sitios te dirán que no”.
Como investigadora, Morán se pone en la tesitura de que, si
una persona dedica 100 horas para redactar un manuscrito con resultados positivos “y que se tiene una probabilidad de éxito de publicarlo en los siguientes meses del 80 por ciento, se valora realizar el esfuerzo. Pero si le vas a dedicar
más horas porque debes dejar el estudio más completo debido a que es necesario
aportar evidencias para demostrar que el resultado es negativo y encima las revistas te lo rechazan, uno se lo repiensa. El
propio sistema desincentiva al profesional”.
Falta de registros en bases europeas
El estudio, en el que se analizaron 170 trabajos realizados durante la pandemia de covid también exponía una cierta falta de interés a la hora de registrar dichos estudios en
bases de datos internacionales, con el "desperdicio de recursos" que esto conlleva. Sin embargo, Morán niega que esta sea la dinámica habitual en el Sistema Nacional de Salud (
SNS), e invita a realizar un nuevo análisis "en una
situación de rutina asistencial y ver si ese desinterés en registrar datos existe”.
Una realidad que
España sí sufre en particular, y que puede llegar a afectar a su aportación en
bases de datos internacionales, es que la i
nvestigación biomédica principalmente no está suficientemente financiada. En palabras de la presidenta de ANIH, “un investigador líder de grupo no puede
mantener una estabilidad en el equipo. No es raro que se empiece un estudio de tres años financiado y que al cabo de un año sea imposible mantener a tu personal investigador. Así es
imposible acabar los estudios”.
"El propio sistema desincentiva al profesional que quiere dedicarse a la investigación"
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Estos
giros inesperados de rumbo son uno de los motivos por los cuales en España “no se tiene a veces tiempo para dedicar horas a publicar un resultado de un ensayo clínico en un registro o base de datos, ya que no se tiene personal. Esta es una
limitación importante que a lo mejor otros países con
mayores recursos no sufren”.
Falta de relevo generacional en investigación
Otro de los problemas que la investigación tiene en España y que provoca que existan estas deficiencias es, en palabras de Morán, el tiempo. “Los expertos investigan
en horas libres porque su única dedicación en su horario laboral es atender al paciente.
El SNS no valora suficientemente la actividad investigadora como para que se destine tiempo a la investigación y se puedan colgar los datos negativos de un ensayo”. Finalmente, la experta sentencia de que “se valora muy poco la investigación en el entorno sanitario y todavía hay quien piensa que el compañero que no atiende pacientes e investiga está
desarrollando una afición y no un trabajo”.
"Los jóvenes ven que ese esfuerzo que hay que hacer para investigar no está reconocido en la carrera profesional del personal sanitario."
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Todos estos ingredientes han provocado para Morán que empiece a existir una “
crisis de relevo generacional en el SNS porque hay investigadores que ya se acercan al momento de la jubilación, que han creado grupos que se van a jubilar y
no hay un relevo”. Actualmente los jóvenes “ven que ese esfuerzo tan grande que hay que hacer para investigar no está ni reconocido en la
carrera profesional del personal sanitario. Aunque la ley marca que la actividad investigadora se tiene que reconocer, no se reconoce”.
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