La
hipertensión de bata blanca, un trastorno que implica que las lecturas de
tensión arterial son más altas cuando se miden en la consulta del médico que en otros lugares como el propio domicilio, está asociada a un aumento del 50 por ciento del
riesgo de muerte por enfermedad cardiaca si no se trata y monitoriza adecuadamente. Así lo afirman las conclusiones de un estudio liderado por la Universidad de Pensilvania y publicado en
Annals of Internal Medicine en el que también se demuestra que este aumento de la mortalidad no se observa en pacientes tratados con
fármacos antihipertensivos.
Según explica la autora principal del estudio, Jordana B. Cohen, “se calcula que
uno de cada cinco adultos puede tener hipertensión de bata blanca y nuestro estudio ha demostrado la importancia de identificar a estas personas, tratarlas y monitorizarlas”. En este sentido, los investigadores apuntan a que para diagnosticar y controlar la hipertensión de bata blanca es altamente recomendable el seguimiento de sus niveles de presión fuera de las instituciones sanitarias, en el domicilio principalmente, con
tensiómetros portátiles capaces de registrar lecturas de tensión arterial como los destacados en
este artículo de SaludPrev.
"Creemos que las personas con hipertensión aislada en la consulta, sobre todo aquellas que no toman medicamentos para la presión arterial, deben ser monitorizadas para controlar de cerca sus niveles de tensión, tanto en su domicilio como en la consulta del médico", afirma Cohen, académica en el
Centro de Epidemiología Clínica y Bioestadística de la Universidad de Pensilvania. Para identificar los riesgos cardiovasculares de la hipertensión de bata blanca, los investigadores estadounidenses llevaron a cabo un metanálisis de 27 estudios que incluían métricas de más de 60.000 pacientes y evaluaron los riesgos para la salud asociados con este trastorno.
De este modo descubrieron que los pacientes con hipertensión de bata blanca no tratada tenían un 36 por ciento más de riesgo de sufrir un trastorno cardiaco, un 33 por ciento más de muerte y un 109 por ciento más de riesgo de mortalidad por enfermedad cardiaca que los pacientes con la tensión arterial tratada y monitorizada.
Sobremedicación en pacientes con hipertensión
“Nuestros hallazgos respaldan la necesidad urgente de
reforzar el control de la tensión arterial fuera de las instituciones sanitarias, ya que es fundamental en el diagnóstico y el manejo de la hipertensión”, indica Cohen. “Además, nos sirven también para incidir en que las personas con hipertensión, de bata blanca o no, modifiquen sus estilos de vida para adoptar
hábitos saludables como no fumar, reducir el consumo de alcohol, equilibrar su dieta y hacer ejercicio de forma habitual. Asimismo, los resultados de nuestro estudio son útiles para que
los médicos no sobremediquen a sus pacientes con hipertensión de bata blanca que ya están en tratamiento antihipertensivo, ya que esto podría provocar
bajadas de tensión peligrosas fuera de la consulta y efectos secundarios innecesarios asociados al consumo de más medicamentos”, concluye.
Según datos de la Sociedad Española de Hipertensión-Liga Española para la Lucha contra la Hipertensión Arterial (SEH-LELHA), se calcula que
entre el 35 y el 40 por ciento de la población española padece hipertensión, cifra que se eleva hasta el 60 por ciento entre los mayores de 65 años, lo cual implica que en España hay en torno a 14 millones de hipertensos. De ellos, más de cuatro millones, un tercio del total, sufren esta patología sin haber sido diagnosticados. La hipertensión arterial se define como una lectura superior de al menos 130-140 o una lectura inferior de 90-80.
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