La Ejecutiva Nacional reconoce que ha impedido que Valdés sea presidenta por motivos que se han dado por buenos en otros casos



17 ene. 2013 23:00H
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Redacción / Imagen: Miguel Ángel Escobar. Madrid
El presidente de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), José Luis Llisterri, junto a su vicepresidente tercero, Isidoro Rivera, su secretario, Gustavo Roca, y su vicesecretario, Armando Santo, han comparecido este jueves ante los medios para dar su versión acerca de la crisis institucional desencadenada por el enfrentamiento en las elecciones de Semergen Madrid. Ha sido Rivera el que ha reflejado en solo una frase la postura de la Ejecutiva Nacional: “hemos impedido a Carmen Valdés ser presidenta ahora de Semergen Madrid, pero no dentro de tres meses”.

De izquierda a derecha: Isidoro Rivera, vicepresidente tercero de Semergen; José Luis Llisterri, presidente, Armando Santo, vicesecretario; y Gustavo Roca, secretario.


Con esta afirmación se reconoce que la Junta Directiva Nacional ha intervenido un proceso democrático en base a interpretaciones cuanto menos cuestionables, al mismo tiempo que huye de “favoritismos” invitando a Valdés a que se presente a unas nuevas elecciones y “gane la presidencia en las urnas, no en los despachos”. En este sentido, Llisterri ha remarcado su intención de modificar los estatutos y el reglamento electoral, con el visto bueno del Consejo de Gobierno y la Asamblea General de Socios, con el objetivo de solventar las lagunas legales y las “numerosas limitaciones e inexactitudes” de los actuales.

Entre estos cambios, que Llisterri espera estén aprobados en dos o tres meses, se incluye la mediación explícita de la Junta Directiva Nacional en los conflictos entre candidaturas autonómicas para evitar la judicialización de procesos, así como que la elección de los miembros de las juntas electorales sea por sorteo para evitar “perversiones” como la de que las personas de las juntas autonómicas salientes que no concurran a elecciones formen parte de las mismas. También está previsto que los miembros de las juntas electorales tengan algún tipo de compromiso legal y una compensación (no económica) por su servicio, para evitar dimisiones en bloque como la de la Junta Electoral de País Vasco.

El pte. de Semergen explica su versión de los hechos.

La denuncia de Carmen Valdés puede paralizar el proceso.


Llisterri: “Nuestra intervención fue justa, razonable y necesaria”

José Luis Llisterri, presidente de Semergen.

El máximo responsable de Semergen y su equipo han explicado, punto por punto, las razones de su injerencia en las elecciones de Madrid, “una intervención justa, razonable y necesaria”, a juicio de Llisterri. Armando Santo ha sido el responsable de señalar que el motivo por el cual la candidatura de Milagros González Béjar fue anulada (dos de sus miembros no cumplían el año de antigüedad exigido por el reglamento electoral para asumir un cargo electo) no estaba fundamentado. Estas dos personas, ha indicado Santo, cumplían ese año los días 17 y 22 de noviembre, respectivamente, “mucho antes de que pudieran asumir el cargo, si su lista ganaba, el 10 de diciembre”, fecha fijada para las elecciones fallidas de Semergen Madrid.

Sobre la irregularidad cometida por el equipo de Valdés de presentar fuera de plazo la candidatura (a tiempo según la fecha del matasellos), Santo ha admitido que hay antecedentes en los que se ha aceptado esta vía, pero al no estar especificada en la normativa interna, “la Junta Directiva Nacional, según el artículo 33 de los estatutos, es la que tiene potestad para interpretar su validez”.

Llisterri y su Ejecutiva han incidido en varias ocasiones sobre este punto, además de sobre el “encarnizamiento del proceso en los medios” y la “continua filtración de documentos internos” en un “intento de boicotear a la sociedad totalmente deplorable”. Semergen “no se merece el acoso mediático” al que ha estado sometida durante los últimos meses, ha comentado Llisterri, al mismo tiempo que tildaba las acciones de Valdés ante la prensa como “actos de mala fe”.

Llisterri expone las reformas que necesitan los estatutos.

"Tenemos que evitar que el proceso se judicialice".


El conflicto en Madrid está “encallado”

Preguntado acerca de la posible resolución de los conflictos en Madrid y País Vasco, Llisterri ha querido establecer distancias entre ambos procesos. Mientras en País Vasco se espera la nueva convocatoria de elecciones en breve, en Madrid el horizonte se presenta “complejo” por las demandas judiciales presentadas por González Béjar y Valdés, esta última aún por formalizar. Con el proceso en los juzgados, queda impedida la posibilidad de convocar nuevas elecciones y deja el conflicto “encallado”. A este respecto, Llisterri ha manifestado su esperanza de que ambas candidatas atiendan a razones y concurran a unas nuevas elecciones “en marzo o abril”.


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