Proporcionalmente, ambos países dotan con mayores recursos económicos sus sistemas públicos

Hasta 14 países de la UE gastan más que España en Sanidad
España se sitúa por debajo de la media en dotación presupuestaria.


8 mar. 2020 14:10H
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POR JESÚS MEDIAVILLA
La dotación presupuestaria de los servicios sanitarios en fundamental para construir y mantener un sistema asistencial sólido. Con ello se pagan a los profesionales, el mantenimiento de las infraestructuras o el desarrollo tecnológico. En Europa, hasta un total de 14 países destinan un mayor porcentaje de sus PIB a este gasto.

Si nos fijamos cuánto se destina en términos absolutos de PIB, España dedica el 6 por ciento, por debajo también de la media comunitaria, que descansa en el 7 por ciento. De este modo, países como Portugal (6,3 por ciento) o Eslovaquia (7,3 por ciento) dirigen mayores cuotas de la riqueza generada a sus sistemas de salud. Además, están por delante potencias europeas como Francia y Alemania, según datos de Eurostat.

La partida destinada por España a sanidad ha pasado, debido a los ajustes realizados para cumplir con los objetivos de déficit, del 6,8 por ciento del PIB en 2009 al 6 por ciento de 2018. Básicamente esto responde a los recortes en gasto hospitalario, ya que el gasto en medicina (recetas) de España es similar al de la UE, equivalente al 1 por ciento del PIB


Gasto del Gobierno



España se sitúa por debajo de la media en inversión en sanidad


El Gobierno destina el 14,4 por ciento del músculo financiero de la Administración a la sanidad. Este porcentaje, en cambio, asciende hasta el 16,6 por ciento en el caso de la pequeña isla mediterránea y hasta el 17,5 por ciento en el país exsoviético. De este modo, España se sitúa por debajo de la media europea, fijada en un 15 por ciento, según datos de Eurostat.

En total, según los datos de la oficina de estadística europea, 13.224 millones de euros se han invertido en el Sistema Nacional de Salud durante el año 2018.


Europa destina menos a su sanidad


A nivel europeo, la Unión destinaba un 6,2 por ciento de su PIB a la sanidad. Una cifra que fue creciendo exponencialmente hasta el año 2009, donde se llegó a invertir el 7,3 por ciento. Sin embargo, la eclosión de la crisis financiero que sacudió las cuentas de los países del bloque supuso un paulatino descenso en la financiación sanitaria. Desde el año 2016, así como los siguientes años sucesivos, el porcentaje de inversión se ha quedado congelado en el 7 por ciento.
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