Fuster y Grisolía, sanitarios y marqueses

Redacción. Madrid
Dos importantes personalidades referentes de las ciencias médicas españolas han recibido esta semana el título de marqués de manos del Rey Juan Carlos I. Así lo publica el Boletín Oficial del Estado de este miércoles. Se trata del reputado cardiólogo Valentín Fuster, que ha accedido a la ‘aristocracia’ española por su "destacado y constante trabajo en investigación cardiovascular y su meritoria labor docente", y del bioquímico Santiago Grisolía, por "la prolongada y encomiable labor investigadora y docente y su contribución al conocimiento científico" especialmente relacionado con el campo de la salud.

Valentín Fuster y Santiago Grisolía.

No es habitual que dos profesionales del sector reciban este tipo de reconocimientos, y menos al mismo tiempo. Pero no son una excepción. Quizá el médico ascendido a noble más reconocido sea Santiago Ramón y Cajal, que en 1952 fue nombrado marqués por Francisco Franco por su magnánima aportación a la Medicina española.

En los últimos años, este tipo de concesiones han sido más anecdóticas y menos relacionadas con la aportación al conocimiento científico médico de los profesionales de nuestro país. Como ejemplos recientes pueden citarse el marquesado del seleccionador de la selección española de fútbol, Vicente del Bosque, u otro menos ‘campechano’, el título de marqués otorgado al nieto del general Gonzalo Queipo de Llano.

Con la inclusión en el ‘club de la nobleza española’ de Fuster y Grisolía quizá se abra una puerta a una nueva tendencia en España en la que el trabajo por la sanidad española sea premiado no solo con el reconocimiento de la opinión pública, sino también con títulos hereditarios y alguna exención fiscal que otra.

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