Empar Lurbe, investigadora principal de Ciberobn.
El
Centro de Investigación Biomédica en Red sobre la Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición (CIBEROBN) y la Sociedad Europea de Hipertensión han actualizado el documento de consenso que establece las directrices para el manejo de la hipertensión en niños y adolescentes que recomienda
medir la presión arterial desde los tres años de edad.
La guía clínica alerta de la creciente incidencia de hipertensión en edad pediátrica y constata la relación entre la presión arterial elevada durante la infancia y adolescencia con una mayor probabilidad de sufrir hipertensión o enfermedades cardiovasculares en la edad adulta.
El documento, que conecta la experiencia clínica con los datos científicos, es
fuente de consulta para los profesionales sanitarios y recoge la información más relevante de la práctica diaria. Ofrece tablas con las cifras de referencia en función del sexo, edad, talla, rango y la aplicación de tratamiento. Además, establece medidas, pruebas, estrategias y enfoques terapéuticos preventivos.
"Las recomendaciones son de vital importancia en la lucha contra la creciente proliferación de enfermedades cardiovasculares en los adultos, y estableciendo estrategias preventivas se combatirá la hipertensión desde una edad temprana", ha asegurado la doctora
Empar Lurbe del Consorcio Hospital General Universitario de Valencia.
Mantener una infancia sana
La guía responde a la necesidad de establecer recomendaciones ante la
proliferación de enfermedades, consideradas en la edad adulta, que también afectan a los más jóvenes, siendo la hipertensión uno de los problemas de salud pública en los países desarrollados.
Su fácil detección y sus graves complicaciones, si no se trata a tiempo, hacen imprescindible
atajar su aparición desde la infancia. De no ser tratada o controlada, se puede alterar la estructura y función de los denominados órganos diana entre los que se encuentran el corazón, los riñones, las arterias periféricas y el sistema nervioso central, principalmente.
La obesidad es uno de los factores que contribuye a su desarrollo, junto con la historia familiar de hipertensión. Por ello desde el CIBEROBN recomiendan fomentar las acciones preventivas aumentando la actividad física aeróbica, manteniendo constante un peso normal, reduciendo el consumo de sodio, consumiendo una dieta rica en frutas, vegetales y lácteos bajos en grasa.
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