Las sociedades científicas matizan que su petición de renovar gestores se refiere a todos los niveles de responsabilidad, no específicamente a los consejeros



21 ene. 2013 23:10H
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Javier Leo / Imagen: Adrián Conde. Madrid
La Federación de Asociaciones Científico Médicas Españolas (Facme) ha presentado este lunes ante los medios la “versión final” de su manifiesto de ‘Debate ante el riesgo de deterioro irreversible de la sanidad pública española’. Para salir al paso de la polémica generada por el último borrador del manifiesto publicado por Redacción Médica, Facme ha reescrito el párrafo en el que pedían la “renovación” de los gestores que apostasen por la privatización de los servicios sanitarios, para sugerir ahora la “búsqueda de responsables capaces de afrontar las reformas del Sistema Nacional de Salud (SNS)”.

De izquierda a derecha: Fernando Carballo, coordinador de la Comisión de Excelencia de la Sociedad Española de Patología Digestiva (SEPD); Francisco V. Álvarez, presidente de la Sociedad Española de Bioquímica Clínica y Patología Molecular; Josep Basora, presidente de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (Semfyc); Pilar Román, presidenta de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI); José Manuel Bajo-Arenas, presidente de Facme; y Carlos Macaya vicepresidente de Facme.


El cambio, ha explicado José Manuel Bajo Arenas, presidente de la Federación, se debe a que “nuestra intención no era en ningún caso cuestionar u ofender a los consejeros (Lea aquí noticia relacionada). Los responsables capaces de afrontar las reformas del SNS son precisamente los médicos, por eso el manifiesto pide un Pacto por la Sanidad que potencie la gestión clínica”. Una vez aclarado ese punto, las sociedades científicas han insistido en la necesidad de un debate “sosegado” que implique a los profesionales en los procesos de reforma.

La propuesta de la gestión clínica, ha expuesto Carlos Macaya, vicepresidente de Facme, debe basarse en la colaboración con la Administración para crear un modelo que “genere ganancias”, “fomente la competencia y la eficiencia” pero “sin perder la esencia del SNS”. Para ello, añade, “los profesionales estamos dispuestos a asumir la responsabilidad y el riesgo que conllevan estos modelos (…) necesitamos que estas unidades de gestión tengan personalidad jurídica para hacerlas eficientes”. Pilar Román, presidenta de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), ha destacado por su parte la necesidad de dar “más flexibilidad a los contratos”, un “cambio en el modelo retributivo” y una solución para atenuar la variabilidad en la práctica clínica.

Bajo Arenas apuesta por los pactos y la gestión clínica.

Los miembros de Facme aclaran la polémica del manifiesto.


Otra de las propuestas de Facme ha sido la necesidad de que la Administración “evalúe y controle los resultados tanto de la gestión pública como de la privada, para poder comparar los dos modelos con transparencia”.“No se puede mejorar el SNS sin la participación de los profesionales”, ha apuntado Josep Basora, presidente de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (Semfyc). En este sentido, “el deber de las sociedades científicas es representar el profesionalismo médico y ofrecer asistencia técnica a la Administración. Esto es lo que ponemos encima de la mesa, no la crispación”, ha concluido.

Macaya (Facme): "Hay que respetar la esencia del SNS".

Basora (Semfyc): "Se debe contar con los profesionales".


Román (SEMI): "Hay que flexibilizar las contrataciones".

Álvarez (SEQC): "El Modelo Alzira es un fracaso".



 

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